La selección española comenzó con un pequeño traspié su andadura en el Campeonato de Europa Sub-21, que se está celebrando en Dinamarca, tras empatar en su debut (1-1) con Inglaterra, en un partido que tuvo ganado hasta recibir el gol rival en el último suspiro.
La ‘rojita’ llegó a Dinamarca con el objetivo principal de conseguir su billete para los Juegos Olímpicos de Londres, y frente a los ingleses no ofreció un gran partido, y al final recibió el castigo con un polémico gol de Welbeck, que igualó otro también con polémica de Ander Herrera en la primera mitad.
Los primeros compases del juego estuvieron dominados por los de Luis Milla que pretendían imitar el exitoso juego de los mayores con una reiterativa sucesión de toques que llevaría a dominar el 65 por ciento de la posesión de balón.
Pronto encontraría premio al juego el combinado español, cuando en el minuto 14 un córner botado por Thiago, el capitán Javi Martínez remató y Ander Herrera apareció en el segundo palo para, con una posible ayuda de la mano, adelantar a la selección española.
El gol calmó las ansias españolas y enalteció a los ingleses que se cansaban de andar detrás del balón. La selección británica comenzó a calentar el encuentro con faltas y el partido fue subiendo de temperatura.
Antes del descanso, Ander Herrera tuvo una muy buena ocasión para hacer el 2-0, cuando un disparo suyo rebotó en un defensa y Fielding se estiró hasta lo imposible para enviarla a córner, aunque David De Gea también metió una buena mano para evitar un disgusto.
INGLATERRA ADELANTA LÍNEAS.
Tras el descanso, el once entrenado por Stuart Pearce salió con las líneas muy adelantadas, buscando un fútbol más directo y con escaso porcentaje de posesión, con el objetivo de crear más problemas a los españoles, que no encontraban el camino hacia la portería de Fielding.
Las ocasiones se igualarían conforme transcurría la segunda mitad y España fue perdiendo fluidez en su juego favoreciendo un estilo más acorde al fútbol y al físico de los jugadores ingleses, que pese a todo no gozaban de ocasiones para hacer trabajar a De Gea.
Además, los cambios introducidos en el combinado inglés cambiaron la imagen del choque y el gol empezaba a decantarse del lado británico. Y así fue en el minuto 88, cuando Welbeck, en más que posible fuera de juego, aprovechó un gran pase de Walker para batir sin problemas al portero madrileño.
Los minutos finales vivieron una sucesión de jugadas de ambos equipos que no acabaron en gol por poco, aunque el empate resultaría definitivo para las dos escuadras, que ven como la República Checa se pone líder en solitario del Grupo B.
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