Libro de Agradecimientos

María, mi mujer, lleva unos días ingresada en el Hospital Infanta Sofía de la Comunidad de Madrid, un hospital público, con lo que eso conlleva, al menos en la teoría: esperas más prolongadas, menos atención personalizada, menos humanidad, etc… Digo en la teoría porque debo reconocer, y es lo que me ha impulsado a escribir este post, que en la práctica, salvo la espera, todo ha sido positivo: médicos responsables y atentos, enfermeras agradables y diligentes, la habitación limpia y espaciosa, al igual que el baño, siempre una palabra cariñosa, una sonrisa, etc.. Nos hemos quedado realmente perplejos porque no lo esperábamos y estamos muy agradecidos.

Sin duda, es muy típico del español medio (en mi caso clavado) quejarse de las cosas que se hacen mal, pero no hacer lo que está en nuestras manos para mejorarlas y menos, por supuesto, agradecer las cosas bien hechas. Cuántas hojas de reclamaciones hemos podido rellenar pero luego no hemos querido entregar donde corresponde. Nos gusta mucho quejarnos pero no lo hacemos de manera responsable y probablemente por eso muchos servicios o trabajos siguen siendo malos, porque no hemos sido capaces de decir las cosas claramente y por escrito para que quien puede tomar decisiones tenga elementos de juicio y argumentos para hacerlo. Por lo general, actuamos justo al revés, tendemos al improperio rápido y en reuniones de amigos contamos siempre nuestros cabreos y desencantos con la hoja de reclamaciones sin cursar en la mano.

Nuestra sociedad está construida sobre la queja y sobre la protesta fácil y en muy pocos casos sobre la reclamación formal (si es que uno se toma finalmente la molestia) y menos sobre el agradecimiento. En los establecimientos hay “hojas de reclamaciones”, supongo que como parte de un proceso de control de la calidad que se ofrece y que la Administración Pública tiene el deber de ejercer para asegurar el bienestar de los ciudadanos. Somos muy poco agradecidos. una prueba de ello es que no existe el “Libro de Agradecimientos”. Parece una broma pero si en la actualidad sólo se habla de motivar en positivo en todos los ámbitos (empresa, educación, deporte), ¿no será más eficaz incentivar a los establecimientos y a las instituciones premiándoles su gestión en función del volumen y la calidad de los agradecimientos que hayan recibido por parte de sus clientes, en lugar de por el volumen de quejas?

“Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a no ser un ingrato”, decía  Séneca. Yo, en mi caso, doy las gracias a todas las personas que han atendido tan bien a mi mujer así como al hospital, aun siendo público.

3 comments for “Libro de Agradecimientos

  1. 17 diciembre, 2010 at 13:39
  2. 17 diciembre, 2010 at 13:47

    Nuevo post de Álvaro Lucas, @alvarolucas http://fb.me/zWjJisQX

  3. 17 diciembre, 2010 at 13:48

    RT @alvarolucas: Gracias al Hospital Infanta Sofía. http://gentedigital.es/comunidad/alvarolucas/2010/12/17/libro-de-agradecimientos/

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