No, si él ya se va.
Pero ¿Cómo le abres la puerta?
Porque es la única persona a la que puedo dejar al niño.
Estela lleva manoletinas de colores que contrastan con su tez morena y Lourdes le escucha con atención.
¿Por qué no le amenazas con llamar a la policía?
¡Que no, que no, mujer! ¡No puedo cortar así, de repente!
Las dos se quedan en silencio viendo pasar estaciones mientras comparten un zumo de melocotón de marca blanca.
Pero ¿Cómo le abres la puerta?
Porque es la única persona a la que puedo dejar al niño.
Estela lleva manoletinas de colores que contrastan con su tez morena y Lourdes le escucha con atención.
¿Por qué no le amenazas con llamar a la policía?
¡Que no, que no, mujer! ¡No puedo cortar así, de repente!
Las dos se quedan en silencio viendo pasar estaciones mientras comparten un zumo de melocotón de marca blanca.
La dura realidad…