Cuando era pequeño veía el despacho de mi padre como un santuario en el que había que estar en silencio. En algunas ocasiones porque el hecho de encontrarse allí había sido motivado por haber protagonizado alguna gamberrada con o contra…
Cuando era pequeño veía el despacho de mi padre como un santuario en el que había que estar en silencio. En algunas ocasiones porque el hecho de encontrarse allí había sido motivado por haber protagonizado alguna gamberrada con o contra…