En el último peldaño de la escalera mecánica que sale a José Abascal un cigarrillo da vueltas sin parar. No se decide a dar el último paso y brinca y brinca mientras la gente trata de sortearlo. Sólo el hombre de la chaqueta gris se decide a cogerlo. Nada más salir a la calle lo enciende y después de aspirar profundamente una calada sonríe de oreja a oreja. Hoy es un día maravilloso.
Cuantas veces habré pensado yo lo mismo con un pitillo en la mano…