Miraba por la ventana y veía la ciudad. Los coches, la gente caminando, los rayos de sol filtrándose a través de las hojas verdes de la primavera. El autobús hacía magia para colarse por los vericuetos del casco antiguo. Mientras avanzábamos yo daba vueltas a las cosas. A mi lado él tecleaba su iphone. Había descubierto -me decía- cuál era el trayecto más corto para alcanzar nuestro destino. Su GPS nos tenía localizados en un mapa virtual. Pero yo no estaba en aquella cartografía, yo no quería llegar pronto, yo sólo miraba a través del cristal.
A través del cristal – http://gentedigital.es/comunidad/alvarolucas/2011/04/01/a-traves-del-cristal/