Pilar le ha pisado al sentarse a su lado y Gabriel apenas le ha mirado al aceptar sus disculpas. El tren tartamudea, no termina de arrancar y provoca que los dos se golpeen fortuitamente de nuevo. Ella se ríe pero a Gabriel no le hace ninguna gracia. En ese mismo momento un señor ocupa el sitio de Pilar sin que ella se haya ido. Gabriel se vuelve desconcertado pero ella ya no está.