En el andén de Alonso Martínez alguien me llamó con un susurro. Me di la vuelta mientras en mi cabeza surgía la duda de que quizá quien pronunciaba mi nombre sería alguien con quien no me agradaría encontrarme.
Pero aunque aquel temor merodeó por mi mente, se desvaneció justo en el instante en que percibí a mi amigo Pablo como un todo tras haber escuchado su voz y visto su cara de sorpresa al encontrarme. Al mismo tiempo que estrechábamos nuestras manos, me confesaba que hubiera podido no decirme nada y observarme en el andén, incluso durante el trayecto compartido. Yo le reté a imaginar lo curioso que hubiera sido habernos cruzado sin vernos. Algo que sucede más a menudo de lo que pensamos, como cuando dos aviones se cruzan en la niebla y sólo un controlador aéreo lo sabe.
Me contó que venía de entrevistar a un director de cine francés y había necesitado la ayuda de una traductora llamada Matilde, nombre que en España podía no tener gran atractivo pero que en propiedad de una mujer francesa poseía ciertas connotaciones sensuales. Le dije que me recordaba a una novela de Javier Marías… Corazón tan blanco, me dijo él.
Después de la entrevista se había propuesto volver paseando a la oficina, objetivo que hubiera cumplido si a mitad de camino no hubiera pasado por delante de “Pasajes”. La tentación había sido demasiado grande. Por eso luego se había visto obligado a coger el metro para llegar a tiempo… quién sabe si a nuestro encuentro improvisado.
Hacía apenas una hora yo también había pasado el mismo tiempo en otra librería, “Hiperión», en la calle Salustiano Olózaga. No era difícil que se diera tal coincidencia, porque en la última semana había ido a esa librería varias veces a comprar ejemplares del mismo libro, Hotel vivir, de Fernando Beltrán. Para pagarlos había necesitado de la ayuda de Mayte que introducía con una amable sonrisa mi tarjeta VISA en el datáfono.
Pablo en “Pasajes”, yo en “Hiperión”, él con Matilde, yo con Mayte, y los dos en el mismo andén mirándonos y hablándonos como espejos que se reflejan mutuamente.