A medio descenso de las escaleras mecánicas Catalina se detiene para sonarse con un pañuelo de papel. Al pasar junto a ella, Juan interpreta su gesto como un sentimiento de tristeza. Catalina no le ha visto porque está pendiente de la sinusitis que desde ayer no le da tregua. Por la tarde, él seguirá preguntándose qué le habrá pasado a aquella chica tan mona.
Que majo.Yo he oído más el comentario: Menudo catarro…y la respuesta es: No, es alergia, jeje.
También es verdad.
Lo habéis visto?Que escalofrío me ha dado…http://www.rtve.es/mediateca/videos/20091110/dificil-estar-mas-cerca-muerte/625446.shtml
Las cosas no son siempre lo que parecen, pero tampoco es malo ;-)Por cierto, no había visto el video. Qué horror!
Pasan muchas cosas raras en el metro. Hoy he sentido por primera vez claustrofobia. El tren ha parado a mitad de trayecto durante casi 20 minutos. Sólo la voz en off del conductor nos ha dicho que era debido a una regulación de línea. Me ha dado la impresión de que la gente estaba al límite. Yo lo he pasado mal y me tengo por un tipo normal.En mi "metro" trato de contar historias positivas o nostálgicas para que la gente sobrelleve sus trayectos con al menos cierta esperanza. En cualquier caso espero no ser nunca testigo de algo parecido a lo que se ve en el vídeo enlazado por S.A.Por cierto, ya sólo quedan diez viajes en Un metro de historia. Con la número 100 se terminará el metro.Un abrazo.
En una ocasión tuve que salir andando por las vias porque el tren se averió. No se lo deseo a nadie, fué una de las experiencias más traumáticas que he tenido.Viajero, ¿porqué sólo 100 y no 100.000?
mcarmen, ahora toca hacer alguna versión audiovisual, estoy en ello, aunque es un poco más complejo claro. Pero agradezco mucho vuestro apoyo e ilusión. 😉
Que buena idea!Ya contarás, y si se puede ayudar de alguna manera…
Por supuesto.