Los secretos de Luján

Perdona, ¿este metro se dirige al sur verdad?
Sí, sí, no se preocupe, va bien.
Ah, es que como a veces te hacen pasar al otro lado de la vía.
Sí, es cierto, pero hace ya días que han vuelto a la normalidad.
Andrea se sienta a mi lado en el vagón después de nuestra breve charla. Viste un chándal gris y abre un suplemento dominical por la sección de belleza en el que se puede leer: «Los secretos de Luján».
¡Qué envidia! -piensa- ser tan guapa debe ser algo fantástico. La última vez que alguien me dijo que era guapa fue hace ya años y eso que no soy tan mayor. Menos mal que existe la otra belleza, la interior, aunque tampoco estoy muy segura de ser guapa en ese sentido. ¿A quién podría preguntárselo? ¿La gente se lo pregunta? ¡Qué tontería!