La lluvia de los últimos días los ha hecho florecer. Los hay de todo tipo: grandes, pequeños, verdes, azules, rojos, con el mango curvo o recto, de metal, de madera, con estampados, de rayas, de cuadros finos, con señora, con señor, mojados, todavía secos, con lazo envolvente, con orejas de Mickey Mouse, con varillas sueltas y… olvidados, también los hay olvidados y por eso Lourdes va sentada en el vagón calada hasta los huesos.