Lectura aplazada

«Cuando recibió la última carta de Fernanda, dictada por el presentimiento de la muerte inminente…» ¡Hombre! ¡Carmen! ¡Qué casualidad! ¡No te había visto! ¿Qué tal estás? Por favor siéntate aquí conmigo. ¡No me digas que tu hermano se casa! ¿En Asturias? ¡Qué ilusión! ¿No? ¿Qué tal en el trabajo? ¿Bien? ¡Cuánto me alegro!…
El último capítulo de «Cien años de soledad» tendrá que esperar porque Carmen hace el mismo trayecto que yo hasta la estación de Las Tablas.