Sin agua

«Living fresh», «Living fresh», «Living fresh».
Juan Carlos piensa en el eslogan que Adolfo lleva escrito en su camiseta.
Está sentado enfrente y lee a ratos El imperio de los lobos.
Aquel título le suena más a película que a novela.
Sus bermudas le parecen un inmenso tablero de ajedrez sin fichas y el eslogan le teletransporta a la piscina de su urbanización, pero sin agua.