Cae la noche en la Línea 10

-¡No me toques los huevos!
-Sí, como la jineta esa que descubrieron en el pueblo
– ¿Qué jineta? ¡Zorra! A pedradas la espantaba yo antes de que se me comiera lo huevos de las gallinas.
– Un primo mío contaba que aquella tuvo doce crías o más.
– Sería de dos o tres.
– Al menos no molestaría durante algún tiempo.
– ¿Cómo que no? ¿No ves que estaría todo el día llevando cosas a sus pequeños? Os recuerdo que donde pace la zorra no habita la gallina.

Cae la noche en la Línea 10 a pesar de los neones encendidos.
Salustiano, Francisco, Herminio y Asunción regresan de visitar Madrid.
Ella es la única que no ha abierto la boca. No hace falta. Sus varices lo dicen todo.