Gente en Tres Cantos

Usted vino a vivir a esta localidad en el año 2000. Tres Cantos cumple ahora 30 años, lo ha visto crecer como ciudadano y también como alcalde. ¿Qué visión tiene de todo este tiempo?

Voy a ser sincero a los vecinos de Tres Cantos. Puse los pies por primera vez aquí en el año 1998, vine a ver a un cliente y noté algo diferente. Me casé en el año 2000 y fue cuando comencé a vivir en Tres Cantos. Sinceramente debo decir que solo dormía aquí, entre semana trabajaba en Madrid y los fines de semana me iba a mi pueblo. Empecé a conocer el potencial de la localidad a raíz de dedicarme a la política, entonces vi, estudié y, sobre todo, aprendí mucho de los pioneros de Tres Cantos a los que he tenido la suerte de conocer. Conocí una ciudad susceptiblemente mejorable, sucia, donde no había un metro cuadrado que no tuviera un grafiti, con un gran potencial de zonas verdes pero que estaban desatendidas, con unos vecinos que tenían intención de participar pero a los que no se les daban cauces y, sobre todo, cuando comenzamos a gobernar en el año 2007 había muchas deudas. Gracias al esfuerzo de los vecinos de Tres Cantos conseguimos un Gobierno estable, con un gran líder y con un proyecto. Eso ha hecho que todos los tricantinos estemos hoy, en primer lugar, orgullosos de tener una gran ciudad y, en segundo lugar, con un papel más participativo, queremos que los vecinos participen. Por eso pusimos en marcha una nueva Concejalía, la de Tres Cantos 2030. Queremos que el Tres Cantos de dentro de diez años no sea una ciudad ideada por alguien en un despacho, sino que sea participativo por todos los sectores, desde el tejido asociativo hasta grupos de jóvenes. El concejal tiene una tarea ardua, la de escuchar sobre cómo queremos que sea el urbanismo a corto plazo, si debe de haber nuevas empresas e inversiones, cómo debe ser la movilidad en Tres Cantos, cómo queremos que sean la Educación y el Deporte... Todo eso entra dentro de Tres Cantos 2030.

Por tanto, descubrí una ciudad magnífica en su diseño, dejada de la mano de Dios en cuanto a su mantenimiento y sobre todo en cuanto a la escucha al vecino. Creo que hemos recuperado esa ciudad. Queremos que todos tengan las mismas oportunidades, independientemente de la orientación sexual, del sexo y de sus capacidades.

Hace cinco años, con motivo del 25 aniversario, comentaba en una entrevista en GENTE que de lo que más orgulloso se sentía era de la limpieza de los grafitis. ¿Sigue pensando lo mismo o ha habido algún logro que lo haya superado?
Estoy orgulloso de diferentes áreas. En primer lugar, de haber consolidado ese objetivo que teníamos de ciudad, con los proyectos que teníamos en mente ya hechos realidad y otros en curso, agradable, excelente en todos sus niveles, un municipio creador de empleo, el más seguro de la Comunidad de Madrid, una ciudad donde la participación individual es muy amplia y tenemos una atención destacada a los vecinos. También estoy orgulloso de la ilusión con la que afrontamos el futuro, tenemos una salud económica envidiable, como veremos en la liquidación del año 2020, y músculo financiero para seguir avanzando. Quizás de lo que más orgulloso estoy es de la satisfacción que tienen los tricantinos respecto a la ciudad en la que viven y ser polo de atracción de nuevos inversores. Muchos días recibo a varios de ellos y cuando les muestro la ciudad se quedan encantados.

Hablando de ese ámbito empresarial, ¿cuál es el secreto para que Tres Cantos sea tan atractivo para compañías tan destacadas?
El secreto se está viendo. Si nos comparas, por ejemplo, con Cataluña, hay inestabilidad, diferencias, separatismo... Un empresario quiere hacer su trabajo e invertir en un proyecto seguro. Tres Cantos les ofrece eso, un Gobierno estable, serio, responsable y profesional; un entorno envidiable, estamos a 15 minutos del principal Hub, el aeropuerto Madrid-Barajas y a otro cuarto de hora del centro de Madrid, tenemos buenas comunicaciones; el entorno medioambiental es inmejorable, rodeado del monte de El Pardo, monte de Viñuelas y toda la sierra; todo el apoyo institucional que damos, estamos dentro de los municipios donde la presión fiscal está por debajo de la media de la Comunidad de Madrid; y, también lo que ejerce como un polo de atracción es el tejido empresarial que ya está asentado en Tres Cantos, tenemos cinco grupos de compañías o de sectores tan diferentes como alimentación, aeroespacial, informática, farmacéutico y el audiovisual. He visitado la futura Universidad de Planeta y es para estar orgulloso, como alcalde y como tricantino, que en plena crisis sanitaria y económica haya una inversión millonaria. Va a ser un ejemplo para muchas universidades sobre cómo formar a los jóvenes de cara al futuro, uniendo teoría con práctica.

Como localidad joven, Tres Cantos aún tiene margen de mejora. ¿Cuáles son las dotaciones que quiere a corto plazo para este municipio?
Tenemos un proyecto, llamado 2019-2023, por el que, a través de las demandas de los vecinos, elaboramos lo que queremos que sea esta localidad. Tenemos que seguir apostando por una movilidad sostenible. Estamos trabajando en ello, debemos concienciar a los vecinos que de este modo se apuesta por el medio ambiente y por la calidad de la ciudad. También en el cuidado de nuestro entorno, tenemos zonas verdes, parques y jardines que son la envidia. Hay que mencionar el proyecto de Metropolitan Park y el eje Norte-Sur por el que cualquier vecino puede usar para pasear en familia o hacer deporte. Por otro lado, el futuro de Tres Cantos se va a ejecutar entorno al Paraninfo, donde van a estar las instalaciones que esta localidad necesita, como una familioteca, que si todo va bien veremos en este mandato, una especie de campus donde se va a recrear la sierra de Guadarrama, con su fauna y su flora. A partir de ahí, lo que se necesite, lo que la ciudad vaya demandando. Tenemos una apuesta muy clara por la educación y por el deporte. Si nuestros jóvenes están bien formados, el futuro está asegurado. Invertimos más de medio millón de euros cada año en mejorar los colegios de Tres Cantos. Aquí hay calidad en la educación y sin debates estériles. El complemento cultural a los jóvenes también lo seguiremos impulsando. Además, el deporte es una columna vertebral de la localidad, estamos haciendo nuevas instalaciones y mejorando las actuales para que siga siendo un referente.

Ha apuntado el asunto de la movilidad. Meses atrás ha animado al Ministerio de Fomento a abrir un diálogo sobre asuntos como las conexiones ferroviarias. ¿Ha habido algún cambio?
Sí, estamos en contacto. Trabajamos de una forma directa con el Ministerio para que tengamos una segunda estación. Quiero agradecer la labor de la Secretaría de Estado y de Adif para que esto sea una realidad. No solo beneficiaría a Tres Cantos, sino a todo el Norte de Madrid, ya que queremos que la localidad se convierta en ese intercambiador para vecinos de la sierra que puedan tomar aquí algún medio de transporte público para llegar hasta Madrid. Estoy convencido de que la movilidad sostenible es el presente y el tren juega un papel 100% clave. También trabajamos en la mejora de la accesibilidad de la actual estación. Por otro lado, las obras que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Madrid en el Nudo Norte van a mejorar mucho las comunicaciones de cara al transporte público y privado. Estamos pidiendo un carril Bus-VAO desde Tres Cantos hasta el intercambiador de Plaza de Castilla. Estamos trabajando también para que se amplíen las frecuencias y los horarios, tanto de los trenes como de los autobuses que conectan a la localidad con la capital.

La pandemia en general y el confinamiento en particular nos ha llevado a reflexionar sobre muchos aspectos. En este sentido, ¿este periodo le ha dejado alguna lección?
Más que como lección, ratifica mi forma de pensar: hay que ser previsores. En este mismo despacho estuve con un padre en el mes de febrero de 2020, cuyo hijo estaba estudiando un Grado en Milán. Me dijo que iba a regresar porque iban a cerrar Italia. Días después me puse en contacto con él, me comentó que el viaje había ido bien, pero que no había pasado ningún control a su llegada. Lo que hay que aprender, sobre todo algunos dirigentes, es ser previsores. En Italia o en China se veían esos desastres y España no tomaba ninguna medida, ni compra de equipos, ni de mascarillas, ni cierres. Es más, cuando la presidenta de la Comunidad anunció el cierre de los colegios, tanto el Gobierno central como otras autonomías se opusieron. Por tanto, lo que muchos deben de aprender es prever lo que pueda suceder. Nadie somos infalibles, pero un político debe anticiparse y ver qué puede ocurrir en el futuro para tomar medidas.