Mide 12 metros de altura y tiene una caída de 9. Es la ‘Mini lanzadera', una atracción de feria novedosa obra de Alicia y su marido. Está dirigida a niños a partir de los 3 años y, con capacidad para 16 personas, guarda sitio también para sus mayores.
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gentedigital / Patricia M. Molinero
17/6/2013 - 17:00
La ‘Mini lanzacera' ha estado en las Patronales de San Fernando de Henares y de Coslada y, ahora, con motivo de las Fiestas Populares, hará parada en Torrejón de Ardoz. En las alturas, los más pequeños saludan a sus padres. Algunos se atreven a liberar sus manos, aplauden y rien. Otros sienten la adrenalina en el estómago y, con mirada prudente, arragan con fuerza la valla de seguridad. Solo hay una similiar y está en el Parque de Atracciones de Madrid, pero el mérito de estE aparato reside en la fabricación. "La construyó mi marido", cuenta Alicia. Y la tarea fue dura. Dar vida a este artilujio, fuente de diversión, costó ocho meses. "Tuvimos que alquilar una nave y la inversión económica que hicimos fue muy importante, mi marido capitalizó el paro y comenzamos a comprar los materiales, allí pasaba una media de doce horas diarias", añade. Las múltiples y pesadas barras de hierro fueron tomando forma hasta llegar al resultado final. "La monta y la desmonta él solo en unas tres horas", explica.
La dimensiones también son acertadas: 5,30 por 5,30, porque el tamaño es clave a la hora de echar mano al bolsillo. "El precio por cada feria depende del terreno que ocupes y también del Ayuntamiento, por ejemplo, San Fernando nos cobró 530 euros, en Coslada abonamos 800 euros y Torrejón nos pide 1.400 euros, a los que sumamos el suministro eléctrico, que puede llegar a los 200 euros", indica. Y otro de los factores para hacer taquilla recae en la climatología. "Cuando llueve, siempre perdemos", dice.
TRADICIÓN FAMILIAR
La familia política de Alicia ha dedicado toda su vida a la feria, un trabajo duro que implica poco descanso y la mayoría de los fines de semana ocupados. "Lo mejor de esta profesión es el ‘buen rollito' reinante. "Aquí nos conocemos todos y nos llevamos muy bien, esto es algo generacional, que inician los padres, continúan los hijos y heredan sus nietos", afirma. Con su marido, recorre la Comunidad de Madrid en busca del bullicio y la verbena. "Cambiamos de ambiente y de escenario constantemente, no tenemos la rutina de todos los días, esta es otra de las cosas positivas".
En el otro extremo, la ‘mala imagen' que acompaña al sector. "Cuando dices soy feriante, parece que eres gentuza, pero no es así, somos trabajadores, personas normales", defiende Alicia. De un pueblo a otro, el periplo no tiene fin. Después de Torrejón, estarán en Parla y Leganés para terminar junio en el distrito de San Blas.
LA CRISIS TAMBIÉN AHOGA LA TAQUILLA
El sector también sufre, de cerca, los duros golpes de la crisis económica. "Antes, la temporada arrancaba en mayo y terminab aenoctubre, ahora tenemos que dedicarnos a la feria todo el año para sacar un sueldo normalito y vivir mes a mes", dice Alicia. El viaje en la ‘Mini lanzadera' es de 2,50 euros por persona. "Nosotros optamos por algo original, que fuera diferente y estuviera dirigido a los niños,porque los mayores ya no montan en las atracciones".
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