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con la venia señoría

Nosce te ipsum

Analizar nuestro propio comportamiento quizá resulte una tarea compleja, pudiera llevarnos por un camino adecuado por el que alcanzaríamos nuevas metas, por ello dejaríamos las frustraciones de lado. Su particularísimo diseño desempeña un papel fundamental en el procedimiento cotidiano de todos y cada uno de nosotros, nos ayuda a reaccionar de forma eficaz y ante la abrumadora acometida de múltiples señales que vemos en nuestro entorno, en algunas circunstancias nos equivocan actuando por ello en contra de nuestros propósitos.

Archivado en: Manu Salamanca, Nosce te ipsum

Manu Salamanca
22/7/2022 - 02:20

Esas mismas sensibilidades son ingredientes de un mecanismo fisiológico que nuestro cuerpo explora de manera directa y, ante todos los estímulos que nos rodean.
Como reacción de ciertas excitaciones potencialmente peligrosas para nuestra propia integridad o supervivencia, destacaría las que se muestran con total impunidad en la demostración de un pánico irreversible, nos sitúa al borde de la desesperación más extrema, incide muy negativamente como síntoma de un miedo devastador y persistente, quizá sea el temor a olvidar cosas importantes, se adecuaría como una extraña fobia que bien pudiera representarse, en los denominados trastornos de ansiedad asociados.
Su enmascarado misterio, deja en el resto de las distintas sensibilidades su sorpresiva huella inconfundible, como podría ser el caso de un caprichoso enfado y de su trascendente culpa, etc.
Las impresiones nos permiten reaccionar de manera rápida, pero sin que por ello tengamos que realizar un previo análisis y mucho menos calculado de todo lo que nos sucede en cada momento. Sólo en ocasiones, justificamos nuestras acciones como si salieran de un acto deliberado, en vez de automático, como es el echo de hablar gritando y como consecuencia de alguna situación extrema, cuando en realidad se avisa y se grita como reacción inmediata al susto que cualquiera pudiera llevarse.
Pertenecemos a esa sociedad, que actúa sin concienciarse sobre la realidad de sus actos, responsabilizamos a otros de nuestros propios fracasos recurriendo al factor situacional y como parte de esa parrilla de salida, evitaríamos por ello el posible confrontamiento con nuestra clara honestidad, necesitamos de otro razonamiento más explícito que se reserve para otro tipo de tareas, pero casi siempre deberíamos hacerlo antes de tomar cualquier decisión importante. Éstas se producen de manera similar en todos nosotros, la mayoría de las veces la respuesta que se experimenta, depende de nuestra propia historia de evolución y de nuestras excelsas experiencias vitales, las mismas son muy útiles para nuestra supervivencia y aprendizaje, sin duda. (Conócete a ti mismo).

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