Móstoles apuesta por la reindustrialización eficiente y el empleo orientado a las renovables, la agroecología o la economía circular con el objetivo de crear un nuevo modelo productivo encaminado a la sostenibilidad
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08/6/2018 - 08:16
Móstoles mira hacia un futuro verde. El Consistorio acaba de presentar el embrión de la ciudad sostenible que quiere ser en 2030, un documento que contiene 130 objetivos y 178 medidas que recogen proyectos innovadores; algunos de ellos ya están en marcha y buscan colocar a la localidad a la vanguardia en esta materia. Entre las iniciativas más llamativas que se plasman en el plan estratégico, que estará abierto a la discusión con vecinos, agentes sociales y fuerzas políticas hasta llegar a su versión definitiva, destaca su apuesta por las infraestructuras energéticas y la reindustrialización con sistemas eficientes de calor y frío. También promueve el impulso de programas de captación laboral de “empleos verdes” relacionados con las renovables, la agroecología, la rehabilitación, los cuidados y la salud, la economía circular y las nuevas tecnologías.
Medidas
La transición hacia ese nuevo Móstoles pasa por el fomento del empleo local, de los mercados agroecológicos y de la innovación ecosocial. En espacios públicos y en centros escolares se busca que el consumo energético sea 100% renovable, que se introduzcan las enseñanzas ecosociales en el currículum escolar y que se llegue a la autogeneración distribuida.
A esto se suma el objetivo de hacer que las fiestas sean sostenibles, de celebrar ferias gastroecológicas o de crear y mantener una red de cosotecas públicas (lugares para el alquiler temporal y gratuito de objetos de uso poco frecuente). Se trata de unas iniciativas ambiciosas que buscan construir “un nuevo modelo productivo para la ciudad y romper la dinámica que dice que, si no hay construcción, la economía se hunde”, según ha señalado el concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Ortega. El edil insiste en que el proyecto ‘Móstoles 2030, una ciudad en transición’ no se refiere sólo a la contaminación, la biodiversidad y la sensibilización, sino que también se ocupa de la movilidad y el urbanismo. Para alcanzar los objetivos propuestos, ha afirmado, es fundamental que la ciudad haga una revisión de los distintos planes, el de Ordenación Urbana, el de Acción de Energía Sostenible y el de Movilidad Urbana, entre otros, para afrontar con realismo la próxima década, de 2020 a 2030.
Entre las medidas más destacadas que ya se han puesto en marcha están los huertos ecológicos y la calefacción de distrito, que consiste en la construcción de una central térmica que usa tecnología de combustión de biomasa y solar para producir agua caliente sanitaria (ACS) y calefacción. Esta última ya funciona en el barrio de Villafontana y próximamente lo hará en el distrito Norte-Universidad.
Compostaje: Se trata de un proyecto pionero y comunitario que ya se ha puesto en marcha en los últimos meses en colegios y barrios del municipio, que pretende enseñar a los escolares y vecinos a cómo transformar residuos orgánicos en compost.
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