Archivado en: Móstoles, Pinares Llanos
gentedigital.es/Javier San Martín
01/7/2013 - 14:35
No todos los días se cumplen cien años, y menos como los de Ana Müller. Esta vecina mostoleña nació en Steinach, un pueblo alemán donde vivió en primera persona las penurias de la II Guerra Mundial. "En nuestra zona sólo había campos lisos ya que era la frontera entre las dos Alemanias", explica Müller a GENTE.
"Me casé con mi marido por la mañana, y por la tarde se tuvo que ir de soldado a la guerra" añade Ana, que recuerda como ella y su hija tuvieron que separarse de su cónyuge para poder salir de aquel infierno.
"Gracias a que todavía funcionaba el metro de Berlín, pudimos pasar de un lado al otro de la ciudad para escapar. Después de muchos días, conseguimos encontrarnos con mi marido", dice.
Esta mujer vive en la urbanización mostoleña de Pinares Llanos junto a tres generaciones de su familia, y ha visto cómo Móstoles y su entorno han cambiado.
"Vine a visitar a mi tío, que vivía en Madrid cuando yo tenía 40 años. Al llegar, me encantó el sitio, así que llamé a mi marido para que viniera con mi hija. Me gustó tanto España que no quería salir de aquí", aclara Ana.
Durante los primeros años que estuvo en Madrid, trabajó como profesora de artesanía y además daba clases de alemán. Entre sus alumnos, se encontraban los nietos del filósofo madrileño José Ortega y Gasset.
"Como les daba clases durante todo el año, un año se fue de vacaciones tres meses con ellos y nos dejó solos a mi padre y a mí", comenta Ute Müller, hija de Ana.
"Cuando me trasladé a Móstoles, al principio me pusieron un chófer. Quisieron comprarme un coche, pero al final tuve que dejarlo", dice Ana.
Ana vivió en la calle Ayala de alquiler durante muchos años, pero ellos querían buscar una casa de su propiedad. "Cuando vinimos a Pinares Llanos, sólo había dos casas, pero a mí me gustó mucho porque estábamos rodeados de naturaleza, ese fue el factor que me ayudó a decidirme a quedarnos aquí", señala Ana.
Pero el comienzo en el barrio no fue el mejor. "El constructor nos dejó tirados porque no tenía las licencias necesarias, así que al principio no teníamos ni agua" explica Ute.
"Aquí la mayoría nos conocemos y gracias al bar de la Asociación de Vecinos Pinares Llanos nos enteramos de todo lo que pasa en la urbanización. Creo que la mejor decisión que he tomado ha sido vivir aquí", comenta Ana.
CELEBRACIÓN EN EL BARRIO
El pasado domingo, día 23 de junio, los socios de la Asociación de Vecinos de Pinares Llanos organizaron una comida para celebrar todos juntos los cien años de Ana. La celebración se hizo en el bar de la asociación, que se encuentra en la misma urbanización, donde colocaron una pancarta escrita en alemán felicitando a Müller, que acudió con su familia.
Al homenaje asistieron en representación del Ayuntamiento de Móstoles la concejal coordinadora Territorial y de Participación Ciudadana, Natividad Perales, junto a la Presidenta del Distrito Oeste, Eva María Sánchez.
AMANTE DEL DEPORTE Y LA NATURALEZA
Hasta hace tres años, Ana hacía mil metros diarios en la piscina de su parcela. "Siempre me ha gustado mucho el deporte. En Alemania, practicaba mucho deporte, sobre todo esquí, patinaje, natación y senderismo", confesó Müller. Además, ha sido escaladora durante muchos años. "He subido a todos los picos que existen entre Alemania, Suiza y Austria. Si pudiera, me gustaría volver a subir a la montaña", recuerda.
Además, Ana es una gran amiga y conocedora de la naturaleza. "Todas las mañanas, lo primero que hago es asomarme por la ventana y contemplar mi hermoso jardín. Es una de las cosas que más admiro", añade.
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