El Proyecto Madrid Centro apuesta por una reducción del aparcamiento de rotación y de residentes para reducir los viajes desde la vivienda al trabajo. El equipo de Jose María Ezquiaga descartaría un peaje de entrada por su sesgo clasista dentro de las posibles medidas para reducir la contaminación.
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gentedigital.es/Marcos Blanco Hermida
24/2/2011 - 20:06
El plan municipal promovido por el Ayuntamiento como un futurible banco de ideas y dirigido por el arquitecto madrileño José María Ezquiaga considera que la contaminación podría reducirse hasta niveles saludables mediante la reducción del aparcamiento en rotación y de residentes, de modo que se redujesen los desplazamientos de la vivienda al trabajo.
"Las medidas tendrían un doble efecto. Por un lado, estamos trabajando a favor de la reducción de emisiones de CO2, de gases invernadero, y por otro lado de la contaminación. Son temas que se entremezclan. Realmente, la última posibilidad para reducir las emisiones tiene que ver con el automóvil. Es el responsable principal de este problema, particularmente el diésel pero en definitiva los coches privados. Toca actuar y se puede hacer de muchas maneras", reflexiona Ezquiaga.
MEDIDAS PROGRESIVAS
Siendo radicales, se podrían tomar medidas como la alternancia de matrículas (pares e impares) en el acceso al centro. Así sucedía en Atenas o en múltiples en ciudades sudamericanas. Otra opción serían los peajes de entrada (Nueva York, Singapur). "El incoveniente en este último caso es que tendría un sesgo clasista, porque entra quien puede pagar y el que no se queda fuera", entiende el director del Proyecto Madrid Centro.
Ezquiaga apuesta por la fórmula que están ensayando y sugiriendo: una reducción del acceso indiscriminado del automóvil. "Conllevaría una reducción del aparcamiento, no sólo para residentes, sino para el de rotación. Se trata de impedir el uso rutinario del coche en los movimientos desde la vivienda al trabajo. El automóvil, como elemento de ocio y para el tema comercial, puede encajar en Madrid. A mí me parece mejor que haya comercio en el interior de la ciudad a que prohibamos el acceso en automóvil a las calles comerciales y la gente se escape a los grandes centros comerciales en coche. Lo peor es siempre el coche y el gran centro comercial en periferia", sentencia.
LA MEJORA DEL TRANSPORTE PÚBLICO EN SUPERFICIE
El Proyecto Madrid Centro aboga por la progresión retirada de autómoviles del centro de la ciudad. "Se reduciría el aparcamiento de los no residentes, la contaminación de los que están buscando aparcamiento y estoy convencido de que aunque los residentes podrían llegar en coche a su área tampoco es cuestión de que puedan coger el coche para ir a otra área, con lo cual se utilizaría más el transporte público", augura Ezquiaga.
En este sentido, aporta otra consideración sociológica. "Madrid no es tan grande. Cuando uno circula en domingo, te das cuenta de que cruzas la ciudad en poco tiempo, incluso en bicicleta. Con menos coches, el transporte público en superficie va a circular mejor. Incluso, el taxi no sería tan caro porque se podrían hacer muchos más trayectos", reflexiona el arquitecto madrileño.
CONVENCIMIENTO
Para llevar a cabo esta idea, hace falta, según Ezquiaga, un convencimiento de la ciudadanía, porque la opinión pública salta cada vez que se plantea limitar el uso del automóvil. "A veces, se plantea como si fuera un tema político, pero miremos a nuestro alrededor: ¿Qué ciudad española está haciendo esto? Ninguna de las grandes se ha atrevido a hacerlo", recuerda. En un futuro, entiende que el único coche que circulará será el eléctrico.
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