El 'Proyecto Madrid Centro' propone un aumento de los espacios verdes en el interior de la M-30. Varios 'senderos ecológicos' atravesarían la capital conectando parques con calles que se pudiesen arborizar. José María Ezquiaga analiza para GENTE otro punto importante del plan.
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gentedigital.es/Marcos Blanco Hermida
17/2/2011 - 20:19
Mejor que llevar los ciudadanos al verde, a la periferia, al 'suburbio', a vivir muy lejos y depender de la ciudad. Mucho mejor que esto sería llevar el verde dentro de la ciudad. Así se resume la naturalización de la ciudad, otro de los puntos estratégicos del Proyecto Madrid Centro, promovido por el Ayuntamiento y creado como un banco de ideas para el futuro por el equipo que 'capitanea' el arquitecto José María Ezquiaga. Un paso urbanístico que se antoja posterior a la posible malla de células urbanas en las que se dividiría la almendra central de la capital española.
La naturalización de la ciudad contemplaría la creación de ejes verdes y caminos del río, aunque algunos de ellos ya existieron en el pasado. El primer aspecto se llevaría a cabo en combinación con las células urbanas y tendría como filosofía unir grandes parques y espacios con potencial de verde con todas esas calles que se pudiesen arborizar. Incluso, se podría sacar partido a las pequeña plazas. Como explicó Ezquiaga a GENTE en su análisis del proyecto, los ejes conectarían el mejor espacio verde de Madrid, el que une El Pardo con el Río Manzanares y recuperado en su tramo central al quitar la M-30, con el interior de la ciudad.
Los ejes verdes servirían para 'fusionar', por ejemplo, la Ciudad Universitaria con la zona de las colonias de Ciudad Jardín de Chamartín, pasando por la Colina de los Chopos como núcleo central. Otro eje, en el que según Ezquiaga ya está trabajando el Ayuntamiento, arrancaría en el Campo del Moro y llegaría, por la zona del barrio de Las Letras, hasta el entorno de Televisión Española en la M-30 y el Pinar de La Elipa.
El Proyecto Madrid Centro entiende que las 'microacciones', cuyo coste no consideran importante, permitirían que una persona pudiese cruzar la capital, paseando o haciendo deporte. No es cuestión de hacer parques enormes, porque se puede sacar partido a lo que ya existe, mejorando una calle o peatolizando otra. Creando una plaza o arborizando otra. Mediante este planteamiento, surgirían los denominados 'senderos ecológicos', espacios protegidos como parte de un red completa que pueda tener vida en su conjunto.
EL RÍO MANZANARES
La puesta en marcha de ejes verdes se vería complementada con los caminos del río en la naturalización de la ciudad. La recuperación del río Manzanares supondría, para los creadores del proyecto, la recuperación de unos espacios que Madrid ya tuvo históricamente.
Algunos caminos del río se podrían, tal y como afirma Ezquiaga, definir como estrategias "evidentes". Así, una posibilidad recorrería la calle Toledo, como hacía el antiguo paseo de los Ocho Hilos, hasta la Plaza Mayor con ocho filas de arbolado. El equipo del Proyecto Plan Centro afirma que, saliendo del Manzanares, numerosas vías podrían introducirse hasta el corazón de la ciudad para que la capital adquiera una tonalidad más verde que nunca.
EL 'GREENING' ANGLOSAJÓN, UNA REFERENCIA CON APLICACIÓN INVERSA
La idea de naturalizar la ciudad tiene que ver con el 'greening' anglosajón, una teoría urbanística que surgió en los países de habla inglesa "como rechazo al suburbio", manifiesta Ezquiaga. "En la América de los 50, las familias abandonaron el centro y se fueron a la periferia, muy lejos y dependiendo del automóvil para cualquier cosa. Esto, en las ciudades europeas, sería malo desde el punto de vista de la sostenibilidad, pero también es terrible porque nosotros sí tenemos verdaderas ciudades con historia y tradición que es suicida perder", reflexiona el director del Proyecto Plan Centro.
Ezquiaga estima que la ciudad tradicional era equilibrada porque mezclaba clases sociales, edades y usos. En cambio, desde su punto de vista, la actual segrega clases sociales y edades. "En los barrios de la periferia todos los habitantes compran la vivienda a la vez, van envejeciendo juntos, pasan de ser barrios de niños a ser barrios de ancianos, etc. Están desequilibrados. El centro, en cambio, tiene mucha más riqueza en este aspecto. Y en usos, igual. En el centro hay de todo, mientras que los barrios de periferia suelen funcionar como dormitorios", explica.
Ezquiaga defiende la idea del centro como un lugar donde exista actividad económica entre sus habitantes. "Cuando la ciudad es cómoda, creativa y viva atrae talento, actividad económica de un cierto tipo. Madrid es muy viva. Todo el mundo coincide en esto, pero la calidad de vida es manifiestamente mejorable", concluye uno de los artífices del Proyecto Madrid Centro.
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