Chamberí lucha contra la presunta estafa de Gespro
Numerosos vecinos madrileños, la mayoría residentes en la zona de Chamberí, se han visto afectados por una posible estafa que podría haber llevado a cabo Gespro S.A, empresa dedicada a la gestión y administración de patrimonios inmobiliarios.
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OLMO GONZÁLEZ/GENTE
La gestoría adeuda cobros que, por ahora, alcanzan el millón de euros
gentedigital.es/Marcos Blanco
29/11/2010 - 13:48
"Tenemos un listado con 178 comunidades de propietarios, pero habrá muchas más", advierte Iván Sanjurjo, vecino del número 146 de la calle Santa Engracia, abogado de 34 años y quien se está encargando de coordinar todas las denuncias para que concluyan en "una querella con fundamento y capacidad financiera".
Sanjurjo ha hecho números. "Tengo los datos económicos de 52 comunidades, que ascienden a un millón de euros, y haciendo cálculos es probable que estemos hablando de una estafa piramidal que alcanza los siete millones", argumenta Iván. Todo comenzó allá por los meses de abril y mayo cuando determinadas comunidades empezaron a recibir comunicaciones del Canal de Isabel II o de los ascensores reclamando el pago de facturas y recibos. Los vecinos se acercaban poco a poco a las tres delegaciones de Gespro en la ciudad e intentaban contactar con la empresa para saber qué pasaba. Se intuía el caos.
"Elisabeth Patet, administradora única de la sociedad, llegó desde Barcelona (Gespro pertenece a la empresa barcelonesa Riva y García Fincas), visitó a ciertos afectados y les expuso que habían tenido un error de contabilidad. Estableció unos calendarios de pagos con algunas comunidades y hubo ciertos cumplimientos, pero el castillo de naipes se cayó", explica Iván. "La mujer desapareció, Gespro había despedido a casi todos sus empleados, han contratado a gente nueva sin contrato ni preparación, pero las oficinas están cerradas porque no pagan la luz ni el agua", recuerda Sanjurjo.
TODOS A UNA
La posibilidad de recurrir a un despacho de abogados para que llevase el caso suponía un coste económico excesivo. "Hablé con la gente de mi bloque, les comenté lo que podía pasar y confiaron en mi. Si vamos unidos será más barato y habrá más posibilidades de éxito", apunta. Ahora, está intentando organizarse con los afectados para la consiguiente querella. Calcula un 20% de posibilidades de recuperar el dinero y un 65% de que haya una sentencia condenatoria.
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