Los barrios del noroeste, más cerca del Ramón y Cajal
Un autobús conectará directamente Sanchinarro, Las Tablas y Valdebebas con su hospital de referencia a través de un carril reservado. Funcionará a finales del mes de abril de 2023.
Archivado en: Valdebebas, Las Tablas, Sanchinarro
El alcalde de Madrid, en el desayuno de Nueva Economía Fórum
Diez vehículos compondrán la flota de la nueva línea urbana
M. A. N.
30/9/2022 - 00:56
La distancia total de la línea será de 30,9 kilómetros, con 10 autobuses y una frecuencia de 8 minutos. Estas serán las características del futuro ‘BUSRAPID', un autobús "ultra rápido", que seguirá el sistema de explotación tranviario y que conectará los barrios del noroeste de Madrid (Valdebebas, Sanchinarro y Las Tablas) con el hospital Ramón y Cajal, en Fuencarral-El Pardo, a través de un carril reservado con prioridad semafórica.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, anunció la semana pasada en el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum la puesta en marcha de este novedoso medio de transporte público, cuyo proyecto se encuentra en fase de redacción. La previsión es las obras arranquen en diciembre, duren cuatro meses y que el autobús esté funcionando a finales de abril de 2023. Fuentes del área de Medio Ambiente y Movilidad precisan que el coste total de la puesta en marcha de esta iniciativa es de 11 millones de euros, de los cuales 5 corresponden a la infraestructura necesaria para poner en servicio esta línea y los otros 6 millones a la compra de vehículos.
El nuevo recorrido operará con autobuses movidos por energía eléctrica con capacidad para 100 viajeros. Desde Cibeles estiman que, junto a la reducción prevista de los desplazamientos que ahora se hacen en coche o moto, puede llegar a redundar en una reducción acumulada de más de 700.000 kilómetros anuales en coche y la disminución de 125 toneladas de CO2 y 200.000 kg de óxidos de nitrógeno.
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Por otro lado, el billete se pagará en la marquesina en una máquina dispensadora con panel solar y protección antivandálica, con el objetivo de minimizar el tiempo en parada al no interactuar el conductor con los pasajeros.
El delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento, Borja Carabante, asegura que se trata de "un sistema de explotación que funciona en algunas ciudades donde existe una necesidad de movilidad masiva y no hay una infraestructura ferroviaria".
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