Puntarena ofrece al comensal una interesante, fresca y sorprendente experiencia. La trayectoria profesional y vital del chef Federico Rigoletti se traduce en una carta donde los productos costeros tienen gran protagonismo.
Archivado en: gastronomía, Restaurante Puntarena
F. Q. Soriano
08/7/2022 - 00:26
Cuando en el año 2018 Puntarena emprendía su aventura en Madrid, no empezaba de cero. Más de dos décadas de experiencia en México avalaban una propuesta gastronómica que sigue vigente en pleno distrito de Chamberí, concretamente en la calle de Alberto Aguilera, 20. Allí, en el edificio de la Casa de México, pero una estancia independiente, se encuentra un restaurante que es producto de la dirección de Arturo Argüelles y el talento culinario del chef Federico Rigoletti.
Para entender el interesante viaje gastronómico que propone Puntarena a los comensales hay que mirar a la biografía del propio Rigoletti. Con lazos italianos y austríacos, las comidas familiares ya le dieron una base que ha ido ampliando en base a experiencias profesionales, personales y culturales hasta conformar una carta en la que sí, efectivamente, se puede apreciar la esencia de los platos mexicanos, pero que se ve enriquecida por una visión cosmpolita.
DIVERSIDAD
Esa es la razón por la que el abanico de sabores de Puntarena desfila por los ceviches y aguachiles hasta apuestas en las que el pescado y la carne se ven aderezadas con guarniciones y condimentos de lo más sugerentes, siempre partiendo de una materia prima de gran calidad.
Para abrir boca, los entrantes se dividen entre platos calientes, como los gambones puntarena, y otros fríos, como el caso del aguachile verde. Respecto a los platos principales, esa esencia marítima es más que palpable en intepretaciones de diferentes pescados: atún con tuétano, pez gordo, pescado a la talla o salmón miso. Tampoco faltan las propuestas para los amantes de la carne, con especial atención a la costilla braseada en machete, para completar una oferta completa y sorprendente.
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Cuidado e interés por cada uno de los detalles: Uno de los aspectos que más llama la atención a la hora de entrar en Puntarena es el aprovechamiento de los espacios, con una zona de barra pensada para eventos más sociales y una parte del comedor donde no falta el toque intimista, alimentado por un hilo musical de fondo que dota de más profundidad a la velada. Sobre la decoración, la sobriedad nos recuerda que, casi siempre, menos es más. |
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