Un buen número de inversiones públicas, presupuestadas y no ejecutadas, fueron a parar a los bancos. El IBI continúa subiendo en la capital.
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GENTE
07/2/2019 - 16:02
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, compareció la semana pasada en rueda de prensa para, bajo el paraguas de hacer balance de 2018, presumir de su excelente gestión económica al frente del Ayuntamiento de la capital. Y lo hizo acompañada de una persona de su confianza, el delegado de Economía y Hacienda, Jorge Castaño, que pilota las cuentas municipales desde la destitución de su predecesor, Carlos Sánchez Mato (IU) en diciembre de 2017 por negarse a firmar el Plan Económica Financiero (PEF) para cumplir con las directrices del Ministerio de Hacienda.
La primera edil llegó al Palacio de Cibeles con un programa electoral reacio a la amortización de deuda bancaria, favorable incluso a la reestructuración de la misma para alargar los plazos, con el objetivo de destinar los futuros superávits a reequilibrar las zonas más desfavorecidas de la ciudad.
Pues bien, casi cuatro años después, Carmena pone como uno de los claros ejemplos de su buen trabajo la importante reducción de esta deuda, desde los 5.936 millones de euros en 2014 a los 2.703 en 2018, un 54,5% menos. Lo que no mencionó en ningún momento la regidora es que muchas partidas en los últimos años, fundamentalmente inversiones públicas, aunque presupuestadas, presentadas a bombo y platillo y esperadas hasta la saciedad por los vecinos (incluso procedentes de las cuentas participativas), no llegaron a ser ejecutadas por diversas circunstancias y, por tanto, en cumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, tenían que ser devueltas en forma de deuda al final de cada ejercicio económico. Como ejemplo, en 2017, según datos del propio Consistorio, sólo se llegó a gastar el 42% de los previsto en este capítulo.
MAYOR CARGA IMPOSITIVA
La regidora y su equipo prefieren también no hablar de la progresiva subida del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), durante los últimos años y que en 2019 supondrá un incremento de media del 5,5% (las familias deberán abonar entre 54 y 12 euros, dependiendo de los barrios). Este repunte tiene como base la revisión catastral al alza de 2011, que no ha sido atenuada con la aplicación de la reducción del IBI hasta el tipo más bajo, el 0,4% que fue aprobada en el Pleno de Cibeles de septiembre de 2015, precisamente con los votos en contra de Ahora Madrid.
UNA LEGISLATURA DE 'CUENTOS' E INCOMPETENCIA
El portavoz del PP, José Luis Martínez-Almeida, asegura que "nadie ha tratado con tanta generosidad a la banca como Carmena", quien tiene "cuentos" y no cuentas. "Es triste que se sientan orgullosos de haber mejorado la cuenta de los bancos y no la vida de los madrileños", añade. De la misma opinión es su colega en Cs, Begoña Villacís. "Nunca antes había sido un Ayuntamiento tan incompetente ejecutando inversiones", subraya.
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