La huelga de examinadores aplaza 200.000 pruebas
La DGT asegura que aumentará los servicios mínimos. Las autoescuelas y sus clientes son los más perjudicados.
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Comparecencia ante los medios de Gregorio Serrano en la DGT
Las últimas reuniones no han finalizado en el esperado acuerdo
J. D. / E. P.
24/11/2017 - 10:29
El conflicto entre los examinadores del permiso de conducir y la Dirección General de Tráfico (DGT) sigue abierto y sin indicios de que pueda resolverse a corto plazo. A pesar de que la semana pasada ambas partes se reunieron para intentar acabar con los paros que se vienen realizando desde el mes de junio, la oferta de la DGT no convenció a los trabajadores, que siguen exigiendo el complemento de 250 euros mensuales que se les prometió en el año 2015.
En medio de esta guerra se encuentran los auténticos damnificados de las casi 200.000 pruebas prácticas para obtener el permiso de conducir que se han tenido que suspender en toda España en los últimos meses: las autoescuelas y sus clientes. Para las empresas que se dedican a la formación de los futuros conductores, las pérdidas de los últimos meses podrían llegar al millón de euros. Los responsables de la Confederación Nacional de Autoescuelas, que han llevado el caso ante el Defensor del Pueblo, esperaban que las reuniones mantenidas en los últimos días sirvieran para desencallar la situación, algo que no se ha producido.
Los otros grandes afectados son las miles de personas que no han podido sacarse el permiso. "Los paros son los lunes, martes y miércoles. Si tu examen es ese día tienes que pedir permiso en el trabajo y pagar unas tasas. Si luego llegas allí y no hay prueba, entras en un laberinto administrativo para recuperar tu dinero", explica una de las personas que se ha visto perjudicada por los paros. Otros casos son aún peores, ya que hay conductores que están a la espera de obtener el permiso para acceder a un determinado puesto de trabajo y la huelga se lo ha impedido.
ENFRENTAMIENTO
Para paliar estas consecuencias, el director general de la DGT, Gregorio Serrano, señaló esta semana que su organismo se plantea aumentar los servicios mínimos hasta el 50% en caso de que la huelga se prolongue en el tiempo. Serrano indicó que han hecho un "esfuerzo sobrehumano durante seis meses" para solucionar el conflicto, pero a su juicio "es imposible negociar".
Los representantes de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) acusaron a la DGT de "agravar la crisis" y pidieron al Gobierno central "interlocutores capaces" de poner fin a la huelga.
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