Ucrania, a un latido
Los residentes en España colaboran con su país con el envío de alimentos, medicinas, ropa y ambulancias. Asociaciones e iglesias ortodoxas coordinan la ayuda de miles de inmigrantes
gentedigital.es/Liliana Pellicer
06/3/2015 - 10:20
Está a 3.800 kilómetros de distancia, pero la sienten muy cerca. Mientras la guerra devasta Ucrania, los ucranianos residentes en España no se conforman con el papel de observadores.
"Todos los chicos que luchan son mis hijos. Lloramos cada día, sufrimos, rezamos... aunque no sean de nuestra familia", explica María, una de los 87.000 ucranianos que viven en nuestro país y una de los miles de ellos que han decidido actuar ante lo que consideran una agresión extranjera.
Asociaciones de toda España, apoyadas por la Embajada, recogen aportaciones individuales, ya sean económicas o materiales, y las envían cada semana a su país, principalmente al Ejército, por que "nos dicen que el Estado no puede mantener esa guerra", puntualiza Ivan Vovk, presidente de la asociación Volya. Este profesor de Historia, vecino de Madrid desde hace once años, asegura que la población no es "tan pobre", son los soldados los que no tienen "ni siquiera botas". "Es una guerra híbrida, que no alcanza a todo el territorio", analiza.
AYUDA GENERALIZADA
Svitlana Kmetyk ha vivido 11 de sus 34 años en Madrid y apenas tiene familia en Ucrania, pero no puede mostrarse indiferente. "No puedo volver para ver a mi abuela. Ya no dejan salir y tengo un hijo de 16 años al que podrían reclutar", explica, al tiempo que, como tantos otros, destaca que aunque vive aquí "me siento como si estuviera allí".
Según los cálculos de la asociación Volya, alrededor de la mitad de la comunidad ucraniana en nuestro país colabora de alguna manera "ya sea con 100 euros o con 1". "Algunas personas se acercan y nos dan un paquete de macarrones, lo que tienen, no importa", añade. En general, se manda ropa y alimentos para la población y el ejército; y prendas militares, botas, cascos y medicamentos, directamente al frente.
Los españoles se implican menos "quizá por miedo o por indiferencia", pero Vovk calcula que el 5% de las ayudas provienen de ellos. "Los uniformes los encontramos gracias a la colaboración de militares españoles retirados", confirma.
El último gran esfuerzo han sido cuatro ambulancias, por valor de 3.500 euros cada una, que partieron, cargadas de cajas, el pasado sábado en dirección a su país. Una de ellas salió de Madrid gracias al trabajo de Volya, la Asociación Ucrania Joven, de la capital; la Asociación Ucranianos de Alcalá; y la Asociación por el Futuro de Ucrania, de Móstoles, que unidas forman el Comité de Ayuda al Ejército de Ucrania.
"La gente muere por un pedazo de tierra. Esta ayuda es una pequeña parte, pero para la gente que la necesita es grande", destacó Kostyantyn Trachuk, reverendo de la Parroquia Ortodoxa Ucraniana de Madrid, durante la bendición de la ambulancia, en la que también estuvo acompañado por los sacerdotes de Alcorcón y Getafe.
NO SÓLO COMIDA
Sin embargo, el apoyo material no es el único. Jóvenes como Nadia han decidido luchar la batalla de la información a través de Con Ucrania. "Lo que llega a España es muy sesgado y retorcido", indica, por ello, han creado una plataforma donde traducen noticias al español.
De hecho, estas iniciativas tienen un marcado trasfondo político. "Un ucraniano no puede apoyar a un invasor, si lo hace es por que es ruso. Tienen la nacionalidad pero no son ucranianos", explica el presidente Volya. El primer secretario de la Embajada en España, Oleksandr Prokopiuk, apoya su tesis y señala un único culpable de la situación: "Quieren ayudar a su país, que está sufriendo por la agresión de Rusia y sus colaboradores".
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