Grupos de hasta cinco personas disponen de una hora para resolver diferentes incógnitas, abrir candados y salir de una misteriosa habitación. La idea original es del húngaro Attila Gyurkovics.
gentedigital.es/Patricia Costa
04/4/2014 - 10:49
Entre Malasaña y Conde Duque, pegado al Ministerio de Justicia y en un callejón bastante siniestro que parece sacado de un decorado, descubrimos un viejo inmueble del que se desprende un fuerte olor a incienso. Entramos con cautela, cierto nerviosismo y mucha incertidumbre. El aroma a incienso se mezcla ahora con el de humedad y el del vértigo que produce entrar en una habitación de la que uno duda si sabrá salir.
El misterio de ParaPark Madrid nos absorbe mientras nos dan las primeras indicaciones para sobrevivir al primer juego de escapismo de Europa, que llega a la capital gracias a dos madrileños, Desireé Olivares, vecina de Ventas; y Juan Pablo Alberca, de Alcalá de Henares; además de la ibicenca Francesca Tur. Aunque la idea original pertenece al húngaro Attila Gyurkovics. "Attila es un chico de 31 años que, para crear este juego en Budapest, hace ya dos años, se basó en la teoría 'flow' de la felicidad, que dice que la felicidad no es absoluta, sino que a través de una cosa llegas a otra y, si eso lo compartes, te aporta más energía para avanzar en tu vida y ser más feliz. Después de Budapest, donde ya hay seis juegos diferentes, se abrió en Zagreb, hace un año en Barcelona, y en Madrid llevamos tres meses", explica Tur.
Mientras tanto, nos preparamos ya para cumplir el reto. Cinco amigos tendremos 60 minutos para salir de una habitación resolviendo todo tipo de puzzles, pistas o jeroglíficos que permitan desbloquear candados y cajas fuertes. Pero, aclara Tur, "aquí no hay oscuridad, ni bichos ni miedos, y es apto para claustrofóbicos. Lo que importa es el ingenio y trabajar en equipo". Tampoco hay ni rastro de actores, efectos de luz o sonido.
Sólo sale el 50%
En la misma entrada de nuestro particular laberinto, Olivares nos adelanta qué nos vamos a encontrar: "Aquí hay una habitación con muebles y una serie de candados que se abren con llave o con un código de tres números. También dos pantallas de ordenador donde os indicaremos la cuenta atrás, y donde os avisaremos para lanzaros una serie de pistas". Cruzamos la puerta, 'walkie-talkie' en mano, y comienza una aventura cuyos detalles no podemos desvelar. Sólo el final: no conseguimos salir a tiempo, "como el 50% de las personas que lo han intentado", según Tur. Aunque esos 60 minutos han servido para someternos a sensaciones que nunca jamás habíamos tenido.
"La clave es mantener la calma"
A la salida de la habitación, forzosa, al no haber resuelto el enigma a tiempo, todos coincidimos. "Nos hemos puesto nerviosos en los últimos 20 minutos y hemos perdido tiempo", opina Nacho, uno de los cinco participantes. "La clave es mantener la calma, la mente fría, no ver cosas donde no hay y tener en cuenta las pistas", apunta Carola. Pero todavía nos queda por probar el segundo juego disponible en la casa. Más información en Parapark.es.
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