Huyendo de la resonancia magnética
Jesús Martínez expone 'Otras miradas' en Tetuán. 25 obras de un técnico de Rayos.
Archivado en: arte, tetuan, sala juana frances, jesus martinez
gentedigital.es/Patricia Costa
15/2/2013 - 09:04
A priori, relacionar resonancias magnéticas con arte puede resultar atrevido, incluso absurdo. Todo cambia cuando hablamos de la obra de Jesús Martínez (Cuenca, 1958), técnico de Rayos o, como el mismo se presenta, "técnico de imagen médica" en el Hospital Clínico San Carlos desde hace 35 años. El artista, aficionado, estrena 'Otras miradas' en la sala 'Juana Francés' de Tetuán, 25 obras, 25 miradas en las que busca esas formas poco presentes en su rutina laboral, siempre rodeado de imágenes demasiado reales, todas en blanco y negro.
Por contra, en su exposición colorista y abstracta, intenta dar una orientación alternativa, una nueva vida a materiales reciclados que van de la madera al cartón, pasando por recortes de prensa, que mezcla con pintura acrílica. Sin olvidarnos del "ingrediente principal": el espectador. "Me gusta incorporar materiales de todo tipo, que me sugieran algo, pero el papel del espectador es lo más importante, lo que él interprete y aporte es el complemento que siempre te falta", puntualiza este vecino de Peñagrande desde hace tres décadas.
En esta muestra, que permanecerá en en el distrito hasta el próximo 1 de marzo, Jesús Martínez procura, además, influir lo menos posible en el público. "No titulo las obras porque quizás el espectador no vea lo mismo que yo. Unos se fijan más en las composiciones, otros en el colorido, en los materiales...", aclara. De modo que presenta "sin bautizar" lo que él define como "pintura de nuestro tiempo, que aprovecha la libertad de asumir premisas sin prejuicios. Yo soy del siglo XX y ahora mismo estamos en el XXI", explica.
Aunque su afición a la pintura se despertó hace por lo menos 20 años. "La primera vez que creé algo lo hice de forma instintiva, hará unos 15 años, cuando retomé la pintura ya en serio, con una composición en pintura acrílica, con algo de tela y papel". Sin embargo, no fue hasta el pasado año cuando sacó del armario algunas de sus mejores creaciones. Lo hizo precisamente en su hospital, en su centro de trabajo, con 40 obras. Ahora se enfrenta a su segunda exhibición, en la que de momento se recoge perplejidad ante el dinamismo, el colorido y la innovación de un "técnico de imagen médica" sin formación artística pero mucha sensibilidad.
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