jueves, 16 de enero de 2025 14:59 www.gentedigital.es facebook twitter

Gente en León

Logotipo diario gente
Kiosko. Portadas de periódicos
Un amigo de León

Se lo dedico a mi barrio..

Compras dos chaquetas divinas que pesan poco y dan mucho calor. Como estas se pueden escuchar múltiples conversaciones en los lugares públicos, además de otras que no me atrevo reproducir. En las salas de espera de los consultorios de la seguridad social en los que, además de la enfermera y del médico, hay "aconsejadores sobre la salud" (titulación no reconocida oficialmente)" que, antes de la consulta, hacen recomendaciones a los que, inconscientes de lo que les espera, se les ocurre decir en voz alta: ¡oiga! Esta es la consulta del Doctor García (por ejemplo). Buena le cayó.

Archivado en: Maximino Cañón,

aumentar texto reducir texto imprimir enviar noticia comentar

Maximino Cañón
09/11/2012 - 03:30

Acto seguido le preguntan que qué le pasa y que, por supuesto, el que contesta dice que "eso ya lo tuvo"el o ella y entonces, como un torrente, le receta, cual si del especialista se tratara, incluso advirtiéndole de las contraindicaciones. Yo a veces dudo si algunas de estas personas tendrán algún mal o dolencia o si lo que de verdad les alivia o cura es el dar consejos o recetas supliendo quizás una frustración de juventud por no haber estudiado medicina, como habría sido su deseo. Todo esto, por supuesto se expresa en voz alta haciendo participes de su contenido al personal que pacientemente espera. La cosa se ha agravado notablemente con la irrupción en nuestro mundo del teléfono móvil. En el tren o en cualquier transporte colectivo oyes, aunque no quieras, lo importante que son las conversaciones que por el móvil se escuchan y que te enriquecen el intelecto. A saber: ¿dónde quedamos para tomar algo? o informar sobre lo que dijo la "alta sociedad mediática" en cualquier programa de esos que aunque no los ve nadie, están los primeros en audiencia. Y así se podría estar hablando de la lista interminable de situaciones en las que el tono de voz es el protagonista. Tiene su parte mala y su parte buena. Si vas por la calle y estas aburrido porque no tienes nada entretenido en que pensar y escuchas una melodía en el móvil de otra persona (que normalmente es igual que el tuyo) ya tienes tema de conversación. Esto se extiende hasta los confesionarios, cuando a un creyente que, cumpliendo con el sacramento de la confesión, y con un sacerdote de turno duro de oído, se le recomendó hablar más alto durante toda la confesión, y al final, se le dijo: ¿quiere decir alguna cosa más? Si, contestó el penitente, "se lo dedico a todos los de mi barrio que me estarán escuchando".

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear 
Gente Digital en Facebook

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD
Desarrollado por Tres Tristes Tigres