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Mi reino por un trabajo

En las referencias a la historia, cuando quiere uno poner de manifiesto lo importante que resulta algo, se apela a frases transcendentales para que perduren en el tiempo. Ricardo III, rey de Inglaterra, pasó a nuestros días como el autor de la frase: "Mi reino por un caballo". Quien no diría lo mismo estando en el desierto y soportando muchos grados de calor refiriéndose a un vaso de agua que aliviara la sed y, posiblemente, salvara la vida. Y así un largo numero de casos.

Archivado en: Maximino Cañón, Ricardo III, rey de Inglaterra

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Maximino Cañón
13/4/2012 - 11:11

Cuando a ello se apela es que uno se encuentra en un grave apuro y de nada vale la fortuna personal que se tenga. Ganarás el pan con el sudor de tu frente, ya lo dice la Biblia que lo veía venir hace mucho tiempo pero que algunos, poco creyentes pero muy aparentes, entendieron al revés y aplicaron aquello de comerás el pan (el marisco o lo que sea) con el sudor del de enfrente. De eso va la cosa para vivir o mejorar socialmente, hace falta el mínimo necesario. En las generaciones anteriores a la "crisis" (o como coños quiera que se llame) la gente nacía, crecía y se colocaba sin mayores dificultades; bien es cierto que entonces lo que mas abundaban eran los trabajos sin estudios superiores. Los trabajos en la banca o entidades de ahorro eran los más codiciados por las madres para novios de sus hijas y futuros yernos. Buenos sueldos, trabajo fijo a los seis meses y sustanciosos anticipos a bajo interés que te permitían dar la entrada para un piso y pagar cómodamente la hipoteca, el coche y mandar a los hijos a estudiar a un colegio de pago. Hoy la gran mayoría de los hijos de aquellos padres han tenido la oportunidad de alcanzar una carrera superior con la intención de llevar una vida con menos sacrificios (también menos hijos) pero , quien lo iba a decir, con una gran frustración al verse sin colocación y viviendo en muchos casos en el domicilio paterno esperando, con una carpeta llena de currículos que acreditan los estudios realizados y los conocimientos adquiridos, que una llamada mágica les ofrezca una oportunidad " de lo que sea". Por eso parafraseando al titulo de la columna, y recordando al Rey de Inglaterra Ricardo III antes de morir en batalla, pero con otro sentido, "cualquiera se sentiría Rey si tuviera un buen trabajo".

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