Gente en León

Éste es el discurso íntegro de Javier Cepedano tras ser reelgido presidente de la patronal leonesa FELE:

Quiero comenzar mis palabras agradeciendo a todos la confianza que me habéis demostrado al elegirme como presidente de la Federación, un nuevo reto en mi vida personal y profesional que afronto con ilusión y con el firme compromiso de dedicación que exige una organización como la nuestra, que a lo largo de su dilatada historia ha alcanzado un alto nivel de reconocimiento, prestigio y representatividad.

Como bien sabéis, accedí a la presidencia de la FELE, tras la renuncia de Ignacio Tejera. Y tengo que decir que el desempeño de esta responsabilidad me ha permitido un conocimiento mas profundo de nuestra organización, una mayor cercanía a la realidad de todos los sectores integrados en la FELE y, desde luego, una información mas exhaustiva de los graves problemas que ahora afectan a las empresas.

Por todo ello, sé que afronto un desafío complejo, sé también que cuento con un buen equipo de colaboradores que integran mi Junta Directiva y por tanto, la Junta Directiva y yo como Presidente, así como los que diariamente realizan sus labores en la Federación, todos juntos, superaremos las dificultades, al mismo tiempo que, daremos respuestas a los desafíos que se nos van a presentar a lo largo de este mandato.

Evidentemente, las dificultades van a ser muchas porque, como he repetido en varias ocasiones, la realidad a la que nos enfrentamos todos los días nos sigue ofreciendo más datos para la incertidumbre que para la confianza, no solo por la propia evolución de la crisis, sino por la inexistencia de una política económica capaz de aportar las soluciones y las reformas estructurales que la actual situación demanda.

Me estoy refiriendo, a la reforma del mercado laboral, la financiera, la administrativa, la fiscal, la de la Seguridad Social. Pues bien, ninguna de ellas se ha hecho realidad y por ello nuestro escenario provincial sigue estando caracterizado por la atonía económica y empresarial.

Si nos fijamos en el expresivo dato del desempleo podemos comprobar que en España ya estamos cerca de los cinco millones de parados y en León de los 39.000. A su vez, durante los últimos meses, la construcción ha seguido cayendo un -8,7%, sumándose a la caída brutal del año anterior. Y esa misma tendencia ha afectado a la licitación, que ha caído un 57%, y la actividad industrial que también ha descendido en un 1,5%. No debemos de olvidar los efectos de la crisis en el sector servicios y en las grandes dificultades por las que están pasando pymes y autónomos. Es decir, no se aprecian signos de recuperación a corto plazo.

A esto hay que añadir una inflación del 3,8%, el desequilibrado crecimiento de los salarios, la caída del consumo, el constante encarecimiento de los créditos, la baja productividad y competitividad de las empresas, la morosidad galopante, el incremento del absentismo, las dificultades de financiación y, por si lo anterior fuera poco, el reciente descubrimiento de mayores bolsas de déficit publico en el ámbito autonómico y municipal.

Son todos ellos problemas, que han generado un profundo clima de desconfianza e incertidumbre entre los empresarios, dado que el Gobierno, en lugar de afrontar las grandes reformas estructurales necesarias para la superación de todos esos problemas que están lastrando la recuperación económica y la actividad empresarial, ha seguido aprobando medidas erráticas, sectarias, tardías e insuficientes que solo han servido para empeorar todavía mas los efectos de esta crisis.

Y ahí tenemos el ejemplo reciente de la reforma de la negociación colectiva, otra oportunidad perdida ya que, aparte de que va a promover una sindicalización desproporcionada de las pymes, no introduce ningún mecanismo de flexibilidad y por ello no va a resolver ninguno de los problemas que ahora mismo tiene planteados el mercado laboral

De otra parte, dicha reforma tampoco aborda ni el problema del absentismo, ni la cuestión del fomento del empleo, que es fundamental, sobre todo, si se tiene en cuenta que ninguna de las reformas aprobadas por el Gobierno hasta ahora han contribuido a frenar el crecimiento sostenido del paro.

Por ello, hoy, más que nunca, se debe insistir en que las empresas y el mercado son la base del sistema de bienestar y en que sin empresas , eso sí : eficientes, competitivas, no es posible la generación de empleo, ni la recuperación económica, ni el desarrollo de nuestra sociedad.

Los poderes públicos lo que tienen que hacer es propiciar las condiciones necesarias para impulsar la actividad económica y empresarial.

No podemos perder más tiempo. Ha llegado la hora de el rigor, el realismo y la responsabilidad en la gestión publica y por ello, un de los objetivos prioritarios del mandato que vamos a iniciar , con la implicación directa de los distintos órganos de gobierno de la FELE, va a ser, precisamente, dirigirnos a todos los responsables de las Administraciones locales, que han resultado elegidos en el los últimos comicios para que impulsen la iniciativa y la actividad empresarial, cumpliendo los compromisos adquiridos durante la campaña y haciendo realidad con medidas concretas el apoyo a las pymes y a la iniciativa privada.

Y ese apoyo tiene que pasar, en primer lugar por el reconocimiento y el pago inmediato de las deudas que tienen contraídas con las empresas las distintas Administraciones. También tiene que pasar por la eficiencia y la austeridad. Una austeridad que se debe fundamentar en el reducción del gasto corriente, no en el recorte de la inversiones, sobre todo aquellas que son esenciales para la recuperación de la economía y las empresas como las infraestructuras de telecomunicaciones, carreteras, I+D+i, polígonos industriales, etc.

En este marco la Federación va a seguir potenciando el diálogo institucional y la leal colaboración con todas las Administraciones -Ayuntamiento, Diputación, Junta de Castilla y León y Gobierno de España, desde el pleno convencimiento de que la superación de la crisis tiene que pasar, necesariamente, por el consenso, la comprensión y la colaboración de todos.

La gravedad de la crisis es tal que la sociedad no va a permitir durante mas tiempo que los responsables políticos sigan dedicando sus esfuerzos a la crispación, a las estrategias de partido o los intereses electorales, en lugar de trabajar conjuntamente por la superación de la crisis, promoviendo la adopción de medidas valientes y de calado.

Siempre es mejor el entendimiento que la confrontación y por ello también haremos extensivo este mismo ofrecimiento de diálogo permanente a las centrales sindicales más representativas con independencia de las posturas que cada uno entienda que deba mantener o defender en cada caso, en el ámbito de sus competencias respectivas.

Desde la creación de la Federación Leonesa de Empresarios se han ido sucediendo una serie de importantes cambios, tanto en el ámbito empresarial, como en el laboral, el social y el económico. Pero la esencia de nuestra organización, que es la defensa de los legítimos intereses empresariales y el desarrollo de León, sigue siendo la misma.

Y por ello los problemas que ahora mas afectan a los empresarios como la falta de crédito, la morosidad de las Administraciones, el absentismo, la productividad, las infraestructuras, la formación, la innovación son aspectos fundamentales hacia los que se dirigirá nuestras actuaciones sin olvidar otras cuestiones importantes como la de un entorno empresarial favorable, la simplificación administrativas , el cumplimiento de la Ley de Morosidad o la demanda de unas administraciones mas modernas y eficientes y sensibles a la empresa.

En el orden interno nuestras propuestas de gestión van a tener como objetivo el mejor funcionamiento de los órganos de gobierno, propiciando la participación activa de los directivos, de los presidentes de las organizaciones federadas y sus asociados, aunque no pertenezcan a la Junta Directiva.

También es nuestra intención favorecer la ejecución de todas aquellas propuestas o programas que propongan los distintos colectivos para la mejora de los actuales servicios o para la puesta en marcha de otros nuevos que puedan servir para dar respuesta a las necesidades de las empresas que los conforman, teniendo muy presente las posibilidades de comunicación e interrelación que hoy nos ofrecen las nuevas tecnologías, entre las que incluyo las redes sociales.

Pero antes de terminar mi intervención, también me gustaría referirme, como ya he hecho en otras ocasiones, al tema de la unidad empresarial, un concepto que siempre me ha parecido importante y ahora creo que todos deberíamos considerarlo fundamental porque es ahora, en estos tiempos difíciles, cuando los empresarios debemos de ser capaces de superar discrepancias y de sumar capacidades en la defensa de nuestros intereses comunes y en el marco de una sola organización fuerte, cohesionada y representativa.

Y ello, además, contando con el apoyo permanente y eficiente de nuestras organizaciones de ámbito superior, CECALE, CEPYME Y CEOE, con las que nuestra Federación ha venido manteniendo en los últimos años un estrecho vinculo que ha producido una muy favorable "cuenta" de resultados para los intereses empresariales.

Estamos en un momento en el que creo que los empresarios no debemos apostar ni por el conformismo ni por la continuidad, sino que debemos centrar nuestra mirada y nuestras acciones en el futuro, aunque no con planteamientos del pasado sino con ideas distintas y adaptadas al tiempo que nos ha tocado vivir y a la crisis que nos ha tocado sufrir.

Nada más por mi parte, únicamente quiero reiterar mi agradecimiento por vuestro apoyo y mi compromiso de trabajar para que la Federación Leonesa de Empresarios siga siendo una referencia entre las organizaciones patronales.