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Gente en León

mentiras y engaños

Doñanas

La falta de lluvias no augura nada bueno para los próximos meses y nuestros políticos siguen sin querer tomar el toro por los cuernos. En vez de anticiparse a los problemas, van siempre detrás apagando fuegos o lo que es peor dando patadas "palante" a los problemas, a ver si les terminan explotando a otros. Por más que algunos se empeñen, no se puede crecer infinitamente y mucho menos irracionalmente.

Archivado en: Nicolás Pérez Hidalgo, Doñana, sequía, regadíos, Ely Revilla, Estación Biológica de Doñana, Andalucía

Nicolás Pérez Hidalgo
14/4/2023 - 04:40

Si te dicen que cada vez hay menos agua, quizás no hay que seguir convirtiendo hectáreas de secano en regadío y habrá que parar de poner cultivos que demandan cada día cantidades ingentes de agua, sobre todo en zonas dónde encontrar un litro empieza a ser un problema.
Estos días se han juntado dos cosas para que Doñana esté en boca de todos. La sequía y las elecciones del mes de mayo. Por ello, aprovechando el tirón electoral, los mandamases de la Junta de Andalucía van a convertir en tierras de regadío un montón de hectáreas que desde hace años se vienen regando ilegalmente. Esto (y otras muchas cosas) ha hecho que tenga que volver a recordarse la penosa situación en la que se encuentra nuestro espacio verde más internacional. Me imagino cómo tiene que estar nuestro paisano Eloy Revilla, que en calidad de biólogo (no como la Obregón), y ahora como director de la Estación Biológica de Doñana, lleva estudiando el Parque durante algunos años. No creo que le guste salir mañana, tarde y noche en los medios, para contarnos con más o menos detalle que pasa por allí abajo.
Pero siendo grave la situación de ese trocito de Andalucía, no es el único Doñana que tenemos en España. Sin ir más lejos, tenemos muchos otros en esta provincia. Doñanas que durante años se han venido denunciando a bombo y platillo en los medios y en los juzgados y que nuestros políticos y jueces han permitido, mirando para otro lado. Cuántas minas y canteras ilegales hemos tenido en nuestras montañas, cuántas graveras han sido autorizadas destrozando los cursos naturales de nuestros ríos. Cuántas legislaciones se han creado a medida para que nadie pague por destrozar, contaminar o malgastar.
Querido Eloy, habrá que dejar de estudiar plantitas, pajaritos y bichejos y proponer que se supriman ya todas las figuras de protección del territorio, porque está claro que no somos capaces de convencer a nadie haciendo ciencia. Ya se sabe,... cuando el dinero entra por la puerta, el sentido común se suicida saltando por la ventana.

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