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Gente en León

De vez en cuando

Sondeos, urnas y llaves maestras

Concluyó el tiempo de la Pasión nazarena y mariana, que no del fervor cofrade. Los ‘santos' -las vírgenes, los cristos y otros personajes de la remembranza evangélica- ya están a buen recaudo. Cada uno en su sitio. Ordenados. Al igual que las túnicas y los capillos de los papones cuidadosos. La cita para 2024 será en marzo, y los más aferrados a las procesiones y a las pujas restan minuciosamente los días del calendario -tachándolos con cruces de San Andrés-, como hacían los antiguos soldaditos de reemplazo en los cuarteles.

Archivado en: Julio Cayón, elecciones municipales, UPL,

Julio Cayón
14/4/2023 - 01:10

Ahora, toma cuerpo otra pasión. Al menos para quienes se ven inmersos en ese juego de la política cual son las elecciones, que tantos disgustos provocará. Sobre todo a los que pierdan en las urnas. Esos, a galeras y a remar. De aquí al 28 de mayo el ambiente se enrarecerá y hasta se voceará por las esquinas quién la tiene más larga. Es algo que se lleva mucho entre los que aspiran a un cargo público. Llegan los tiempos de las promesas, del mercadeo de ideas y de las tergiversaciones en bucle. El momento de anunciar aquello que jamás se va a cumplir y de sobreactuar, sin siquiera sonrojarse, en clara competencia a los trileros de calle y ‘puñalá'. Habitualmente ocurre cada cuatro años.
Y como también siempre sucede, llegan las encuestas y las bolas de cristal. Los consultores serios y los prestidigitadores de sombrero de copa y varita mágica. Los profesionales y las engañifas paralelas de los mercenarios legalizados. Hay para todos los gustos. Los estudios demoscópicos, en fin, son fiables si son independientes y eso, en términos genéricos y dada la situación por la que atraviesa este país llamado por el momento España, es harina de otro costal. Muchos son los llamados y muy pocos los elegidos por su crédito.
En León el asunto está movidito. Sólo se van a ventilar municipales, por lo que, al no convocarse autonómicas, la dualidad del voto duerme el sueño de los justos. No es un secreto que hay quienes votan a una opción en las locales y otra diferente a las Cortes de Valladolid. En esta ocasión no se dará esa circunstancia.
Pues bien, el asunto está movidito porque unos van a depender de otros y los otros de los unos. Aquí nadie se va a llevar el gato al agua sin el empujón del que tenga la llave de la gobernabilidad. De quien pueda correr el pestillo hacia uno de los lados. Y es muy posible que la UPL -al margen del resultado de las derechas y de las izquierdas- se convierta en cerrajero mayor del reino. A día de hoy, apunta a ello. Y todos lo saben.

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