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Gente en León

De vez en cuando

Estética y armonía en la nomenclatura

La estética de una ciudad se valora por la limpieza de sus calles, el cuidado y orden de sus zonas verdes y, en gran medida, por la ausencia de elementos indebidos -absurdas barreras arquitectónicas- que impiden una óptima armonización vecinal en el variopinto conjunto urbano. Sobre todo -y conviene hacer hincapié en este sentido- a favor de los viandantes con problemas de movilidad, que siempre son los más perjudicados cada vez que deben desplazarse de un lugar a otro.

Archivado en: Julio Cayón, las placas de las calles de León

Julio Cayón
24/3/2023 - 01:10

Para el primero de los casos, el estado de las calles, resulta fundamental -y huelga decirlo- el correcto mantenimiento de las aceras, bordillos o rebajes, situación, por otra parte, harto complicada porque nunca se alcanza el cien por cien de su conservación. En la práctica diaria resulta imposible. O casi. Y en este mismo sentido cabe señalar los asfaltados de las vías, evitando con su preservación los problemas derivados de baches y repelones y sus consiguientes daños y perjuicios para vehículos y automovilistas.
Pues bien, en esa estética que se apunta, se está viviendo en la capital leonesa una situación que, cuando menos, llama la atención. Se trata de las placas identificativas del callejero, carentes de una homogeneidad o diseño común. A día de hoy -y no hay más que alzar la vista-, cualquiera puede comprobar que en un entorno de esquinazos, por ejemplo, donde convergen varias arterias, la nomenclatura soporta distintas concepciones.
Las hay que conservan la tradicional chapa azul, con el escudo de la ciudad en la esquina superior izquierda. Otras, de piedra de color hueso con las letras en púrpura o azulonas; otras más, similares y ribeteadas... y hasta incluso de bronce, caso de la calle Barahona. Y, por último, las que comenzaron a instalarse en febrero de 2021 -en homenaje a la bandera de León y del mismo color que la enseña- con doble lectura; es decir, en lliunés (o leonés) y en español. Descártese el término ‘castellano', como se apuntó desde algún medio para anunciar la modificación. Las dos primeras calles que disfrutaron del neonato cambio fueron la avenida de San Froilán y la de Cirujano Rodríguez, una y otra en el barrio de Puente Castro. Luego, se han ido prodigando por diferentes vías, con la paradoja de que en una misma calle conviven las nuevas referencias con las antiguas. Algo contradictorio.
Han pasado dos años desde que se anunció el cambio de las placas del callejero y ya es el momento de que se lleve a efecto la reposición sin mayor demora. La uniformidad y la estética lo demandan.

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