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Gente en León

De vez en cuando

Cosas veredes de la hemeroteca

Es una verdad irrefutable que cualquiera que haya estado en la vida pública no aguantaría la prueba de la hemeroteca. Es imposible. Los ‘muertos' se apilan en el armario del tiempo y ahí, se acepte o se repudie, quedarán para los restos. Cosa distinta es el número de difuntos de cada uno y la importancia que tuvieron.

Archivado en: Julio Cayón, Margarita Torres, Mario Amilivia, Emilio Gutiérrez, José Luis Rodríguez Zapatero, PSOE, PP

Julio Cayón
20/1/2023 - 01:10

La reciente candidata del Partido Popular a la alcaldía leonesa, la inefable doña Margarita Torres, tampoco aguantaría la hemeroteca. Es más, como sus adversarios políticos tiren de archivos se le pueden volver las cañas lanzas; la euforia en tristeza. Y la arrogancia en páramo. Ya lo decía cuando le mentaban a alguien que le desagradaba: "siempre ha habido clases". Eran los tiempos de su ejercicio político como concejala con mando en el Ayuntamiento de León, y lo aplicaba, incluso, refiriéndose a miembros de su propio equipo municipal. La actitud de quienes se sienten superiores.
La última semana le han sacado a la luz que en el año 2008 firmó, junto a otros cincuenta y cinco intelectuales -algunos no tanto, como bien puede derivarse- un manifiesto de adhesión a Rodríguez Zapatero, es decir, al PSOE, donde, sin citarlo, se rebanaba al Partido Popular, su ahora casa. "...Estamos convencidos -asumía con su rúbrica- de que el olvido histórico a que ha estado sometido León empieza a diluirse, a pesar de las resistencias de quienes impedían el cambio durante décadas, mientras rigieron los destinos de nuestra provincia. (La ‘perversa' derecha). "No obstante -continuaba el documento- éstos exigen la transformación en dos días a la vez que consideran a esta tierra como un coto cerrado y oscuro, durante años y años". Curioso el asentimiento de doña Marga, en contra de esos ‘tiranos' y ‘caciques'. Pasado el tiempo ha acabado, entre vítores y palmadas de los herederos de aquellos ‘déspotas', en ese redil que denunciaba. Las vueltas que da la vida.
Y otra. Durante el mandado municipal de Emilio Gutiérrez (2011-2015), Torres jamás se presentó en la alcaldía por su condición de cronista oficial de la ciudad. Pasó de intercambiar ideas con el regidor, como es de esperar en estos casos. Ni siquiera para pedir un despacho en el edificio de San Marcelo, como (casi) le exigió a Mario Amilivia, alcalde de la ciudad en la fecha de su nombramiento como cronista el 3 de julio de 2006. Le debía dar repelús el PP y, por supuesto, Gutiérrez, al que dedicó en la prensa algún que otro texto un tanto ácido. Pero de eso no quiere acordarse, como en El Quijote. Cosas de su ‘humildad'.

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