Quiero destacar la necesaria contribución al debate que se ha generado últimamente en señalar los pros y los contras de un feminismo, que en mi opinión, no es más ni menos que el movimiento de lucha y de fuerza contra la total injusticia social que padecemos todos sin excepción.
Manu Salamanca
02/12/2022 - 04:40
Las mujeres desde tiempos inmemoriales se enfrentan en la actualidad a una devastadora discriminación, en muchos de los casos institucionalizada, es una realidad muy palpable, que hoy en día aún todavía se perpetúa con absoluta arbitrariedad, en todo caso, es fruto de dominación y sometimiento absolutos. Como consecuencia, dicho feminismo trata de advertirnos pero, como un movimiento que nace ante la necesidad de buscar sobre todo un equilibrio, un orden que pueda y deba establecerse en su actual andadura e idiosincrasia, sobre todo de crear igualdad y dentro de sus esferas ocupacionales, económicas, familiares, políticas, sobre todo sociales etc..
No puede haber ninguna razón moral, mucho menos jurídica, por la que las mujeres no puedan ganar lo mismo que un hombre, incluso mucho más si fuera preciso, como tal vez, conseguir un acceso libre e igualitario en educación. Han demostrado y siguen demostrando día a día, con su trabajo fuera y dentro de la casa, su auténtica valía, su emprendedora lucha, porque a pesar de todo ello, intentan al menos subir a la superficie, siempre en medio de una materialista sociedad que arrincona su actual destreza y competitividad.
El movimiento feminista aparte de establecer criterios del todo loables, es el único responsable de intentar reparar muchas injusticias sociales que son profundamente sexistas, muy dañinas para una necesitada y reciíproca relación con el resto, es equivalente al mejor trato igualitario que en todos los sentidos, debiera predominar y pronunciarse. Yo mismo me declaro feminista, ya que aborrezco toda manifestación de intolerancia e injustica hacia la mujer.
Ahora bien; desde ese mismo principio, existen otras muchas "feministas" que se escudan en la moral pública como precepto interpretativo de obligatoria referencia, para exigir y radicalizar un trato que señale, un importante menosprecio y deterioro social hacia todo lo que proviene de los hombres, todos somos iguales ante la ley y como seres biológicamente discernibles. Apoyemos al feminismo y, ante sus innovadoras aportaciones con destino hacia unas sociedades más permisibles y equitativas, menos sexistas, eliminemos entre todos esas teorías radicalizadas, en base a ese feminismo tan incierto y complejo, pensad, que el "Machismo" es miedo de los hombres a las mujeres sin Miedo".
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