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con la venia señoría

¿Aplicamos ética ciudadana?

Como ciencia la ética estudia con enorme sencillez y sutileza la moralidad del ser humano, lo cual puede ser una señal de agudeza e ingenio, ya que resuelve, en mi opinión, nuestra propia existencia. Quizá pretenda por sí misma esclarecer filosóficamente toda nuestra inabarcable forma de ser, sobre todo de pensar, la cual nos sobrepone siempre a cualquier desafío.

Archivado en: Manu Salamanca, ética ciudadana

Manu Salamanca
25/11/2022 - 01:10

Es probable que con el fin de establecer normas de actuación que, supuestamente, pudieran constituir válidas orientaciones sobre su firme legitimidad comportamental.
Nuestra deontología ética trata precisamente de nuestros deberes y naturales principios. Se define como la disciplina que ciertas prescripciones específicas abarcan todos esos actos bondadosos tan vitales. Estoy seguro de que si nos adentramos en su autonomía, en su objetividad y legalidad, incluso en la inmediatez de su clara transparencia y honradez, solos o bien en compañía de su imprescindible respeto, nos daría acceso, sin ningún tipo de duda, a una mejor diligencia e imparcialidad, pero sin olvidarnos de su inclusión en la toma de diferentes estilos de género.
Su peculiar diseño se ajusta en favor de una mejor accesibilidad, cerrando por tanto su fuerte discriminación, ya que pudiera interferir en su parte de ideología menos idealizada y comprendida. La ética como vital e importante, tiene en nuestra vida cotidiana la trascendencia, que nos asocia en determinados grupos de valores, su evaluación, nos permite humanizar nuestra propia innovación al servicio de todos nuestros semejantes y de sus múltiples necesidades.
Nuestra conducta nos hace adquirir un mejor criterio con determinado juicio propio, pero en el uso exclusivo de la razón. Pero, ¿somos conscientes de que nuestros actos generan consecuencias? Si entendemos la realidad como se presenta, ayudaríamos a los demás en sus claras determinaciones, nuestra personalidad es atravesada de continuo por sentimientos y emociones, incluso por los mismos sueños, igualmente por todas esas ideas u opiniones que tratan de avalarnos en la consecución de nuestro prestigio y reputación no menos necesaria. Son importantes e influyentes las capacidades que se aferran al plano de la ejecución de todas nuestras tareas, que nos sugieren las siguientes preguntas. ¿Estamos creando la normativa que pudiera establecer ciertos parámetros de orden social? Si fuera así, ¿Seríamos capaces de controlar conductas de otras personas? En definitiva, ¿aplicamos ética ciudadana? Sed felices.

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