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Gente en León

con la venia señoría

Seguridad, coraje, audacia

Nuestra vida está llena de búsquedas constantes, caminamos de aquí para allá, tratamos de aventurarnos en la profundidad de aquellos instantes en los que descubrimos bonitas miradas, sinceras palabras y cercanas sonrisas, porque a través de ellas sentimos la necesidad de adaptarnos a su magnífico encuentro.

Archivado en: Manu Salamanca, seguridad, coraje, audacia

Manu Salamanca
01/7/2022 - 03:30

No olvidaremos que lo eterno es la meta. Nuestra finitud lo anhela y en su constante recorrido así lo contempla, incluso por todo lo que nos revela fascinación e inquietud.
Somos asombro como parte anhelante de tiernas sensibilidades, ya que exteriorizan nuestra mejor percepción y como pregoneros de una esperanza aliviadora, luchamos contra perjuicios y esquemas impropios de mediocridades absorbentes. Las mismas no representan la calidad ni el valor que pudieran ser mínimamente aceptables para su entorno. Un ser maleable, mezquino, promulga carencia en su personalidad, vivirá según sus conveniencias como en su vida acomodaticia, todo se volverá vil, escéptico y sobre todo cobarde.
Pretendemos con natural sencillez, mostrar ese tímido rayo de sol que juega imparable alrededor de una nube negra, el cual nos ayudará a captar la mejor llegada de una esplendorosa primavera, pero sin olvidarnos de ese peculiar desafío, que recoge el guante de la ignorancia ante su inexpresiva y atolondrada imagen. Ante la mejor práctica que ofrecemos, existe la posibilidad de poder conectar mejor con ese mundo exterior que analiza su auténtica capacidad, asumimos la valentía de intentar arraigar todos nuestros estados adaptativos, como el cambio inexorable por el que pudiera aumentar su propia autonomía y su crecimiento personal, que supervisaría el nivel individual. Al dejar de lado muchos de los abismos y de sus múltiples fracasos, ponernos en pie y respirar hondo nos alienta. Todo sacrificio tiene un gran beneficio, y es que después de toda lágrima, al final brotará una sencilla y maravillosa sonrisa.
No se trata de saber cuántas veces puedan herirnos, sino de cuántas veces más podremos resistir. Vivimos anclados en la comodidad. Ahí es donde conviven nuestros temores, nuestros valores y nuestras limitaciones. Pensad que en esa zona reina nuestro pasado y su propia historia. Queremos buenos resultados, pero no estamos dispuestos a correr riesgos. Nos falta aprender mucho más, a caminar por senderos tortuosos como para poder preguntarnos: ¿Estaríamos dispuestos a levantar la vara que mide nuestro potencial humano? "Seguridad" no debe faltarnos para afrontar nuevos desafíos. "Coraje" para tomar decisiones difíciles y "Audacia" para transitar hacia diferentes horizontes.

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