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Gente en León

De vez en cuando

El PP de León no levanta la cabeza

Ahora mismo es una bomba de relojería a punto de explotar. El minutero avanza y las consecuencias de la posterior deflagración amenazan con llevarse por delante a la dirigencia de un partido sumido en luchas intestinas. Y en desafíos de embozo y espada. El PP de León se ha convertido en un pozo negro del que se desconoce su profundidad, aunque se intuye su contenido.

Archivado en: Julio Cayón, Javier Santiago Vélez, David Fernández, José Antonio Diez, Javier Alfonso Cendón, Partido Popular de León

Julio Cayón
01/7/2022 - 01:10

Que si las afiliaciones irregulares, que si las papeletas manipuladas, que si... el caso es que, por el momento, el secretario general, David Fernández, ha tomado las de Villadiego -ha renunciado a ir de la mano del presidente, Javier Santiago Vélez- y a él se han unido -a la espera de otros goteos- diferentes cargos de la organización. El asunto pinta bastante mal para el conjunto del partido.
Habrá quien diga que eso mismo, en mayor o menor medida, también ocurre en el PSOE desde que el enfrentamiento entre Cendón, el ‘amo' provincial de los socialistas, y José Antonio Diez, el alcalde respondón de la ciudad, se hizo público. Cierto. Pero con matices. A Diez se la quisieron colar y a pesar de ello ganó. Se diluyeron las imprevisibles consecuencias. Aquí paz y más adelante, cuando lleguen las elecciones municipales, ya se verá. En el PP, por el contrario, la guerra no ha hecho más que empezar. Manuel García, el alcalde de Villaquilambre, sigue con toda la artillería por delante para, judicialmente, acreditar que Vélez le ninguneó con las denunciadas afiliaciones exprés cuando quiso disputarle la presidencia provincial. Luego, ha saltado a la opinión pública el ‘manejo' de las papeletas al Senado de las últimas elecciones generales, asunto en el que se involucra, asimismo, al propio Vélez. Y suma y sigue. Y la gente, desde las aceras, viendo pasar la procesión y extrayendo sus propias conclusiones de los ‘santos' que desfilan. Peor, imposible.
Para maquillar el asunto, Génova está intentado enfriar el ambiente. Después del rotundo éxito en Andalucía no quiere que nada enturbie el prometedor escenario que se les presenta de aquí a unos meses. Pretenden seguir sumando y León podría convertirse en un doloroso furúnculo con ramificaciones nacionales. En un ejercicio de imaginación restringida, escándalos parecidos podrían saltar en otros territorios. Y que nadie apueste en contrario. No obstante, la infección avanza y va a ser muy complicado frenarla. Ni siquiera con antibióticos de última generación. El tic-tac no cesa y será dificilísimo desactivar la bomba. El asunto, sí, es peliagudo. Y sumamente delicado.

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