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Gente en León

Un amigo de León

Bendita semana

Como en todo, existen diferentes criterios la hora de valorar cualquier acontecimiento que altere la rutina en la que nos movemos día a día. Hay tantos puntos de vista, casi como personas. También existe gente que se despacha criticando el gentío que hay por las calles para ver nuestras procesiones y, este año, con un importante número de forasteros como nunca se había visto en León, llenando los hoteles, y consumiendo en casi toda la hostelería, lo que ha sido de mucho agradecer, ya que en nuestra provincia se puede decir que la mayor fuente de ingresos, al carecer de empresas de mayor calado, lo constituye la citada hostelería la cual, a su vez, tira de muchos productos que aquí producimos.

Archivado en: Maximino Cañón, Semana Santa, limonada, hostelería leonesa, tapas

Maximino Cañón
22/4/2022 - 04:40

En cualquier caso yo no critico lo que cada uno hace, o en qué emplea los días festivos para tomarse unas breves vacaciones, si el bolsillo se permite, después de este tiempo de pesadilla que estamos todavía, aunque con menor impacto, sufriendo. En este caso son muchos los que acuden a los pueblos o casas rurales para disfrutar de unos días de descanso lejos de las aglomeraciones que se generan en estas fechas. Parece que para intentar compensar en la parte material producida por la maldita pandemia, León disfrutó de un tiempo como hacía mucho del que no disfrutábamos, con una presencia de foráneos como yo no recuerdo, ni de lejos.Resultaba casi imposible encontrar bares o lugares donde poder tomar una limonada o un simple café sin sufrir el contacto de otros parroquianos que además de llenar la estimada hostelería con sus tapas que llamaban la atención de muchos de nuestros visitantes.
La verdad es que parecía que, con el buen tiempo y la bajada de infectados por la Covid se habían conjurado los dioses para intentar compensar, en una pequeña parte, los daños originados durante estos años en los que dudábamos si esto se iba a perpetuar sin poder volver a disfrutar, en este caso, de la arraigada Semana Santa, ni de las deseadas visitas de nuestros seres más queridos que, por lo que todos sabemos, se encuentran en otros lugares mientras aquí somos de los primeros... en perder población.
En fin, lo que pretendo es dar mi impresión, sobre cómo he visto la Semana Santa en León, esperando que, en lo sucesivo, además de disfrutar de esta celebración podamos disfrutar de más salvadores y menos Pilatos que intenten lavarse las manos de la mala situación que aquí nos atenaza. Que no decaiga.

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