martes, 1 de octubre de 2024 20:06 www.gentedigital.es

Gente en León

Un amigo de León

Del puñal en la boca al..

Son tiempos de zozobra como nunca hemos conocido, por lo menos los que nacimos en la posguerra en los que, además de la batalla universal contra el implacable virus, conocido como Covid, ahora se nos ha unido uno que posiblemente sea peor, como ha sido la invasión de Ucrania sin provocación previa por un perverso Putin, que tiene en vilo al resto de la humanidad, y contra el que no hay vacuna, desdiciendo el refrán de "Dos no riñen, si uno no quiere".

Archivado en: Maximino Cañón, COVID-19, invasión de Ucrania, Rusia, Putin, Gary Cooper, gichos

Maximino Cañón
18/3/2022 - 03:30

Lo malo de esta situación es que la ciencia, que tanto progreso nos ha proporcionado, también se ha empleado para atemorizar a los habitantes del mundo, creando poderosas y destructivas armas aunque, en algún caso, el pueblo malviva con tal de estar a la cabeza de esta maldita carrera armamentista nuclear. Qué lejos quedan aquellas guerras en las que los conflictos se dirimían a base encuentros personales y que, en cualquier caso, fueron letales en su momento, pero sin miedo a que, como ahora, por parte de la humanidad, nos desafiáramos enseñando, en desfiles amedrentadores, la cantidad de misiles con los últimos adelantos para matar.
Al hilo de este breve comentario saco a colación, aunque no tenga mucho que ver pero que pone de manifiesto una forma de luchar de ayer a hoy. En una de esas cadenas que todavía proyectan películas de antaño, con las que crecimos y nos ilusionaron como fue volver a ver la primera película que, al precio de cinco pesetas con programas de mano en colores anunciando el próximo estreno, proyectaron en el Gran Cine Condado como estreno titulada ‘Tambores lejanos' protagonizada por el actor, y gran "gicho" de la época, Gary Cooper, en la que al final de la misma se enfrentaba bajo las aguas cristalinas en una playa de Florida (creo),a pecho descubierto, con un indio Semínola con la sola arma cada uno de un cuchillo entre los dientes para facilitar el nadar sin impedimento. Allí no había fuego amigo, ni sabíamos lo que era. A la salida de la proyección íbamos rápidamente para el barrio con el fin de emular al "gicho" con puñales de goma y de madera en la boca, sin sumergirnos en agua, naturalmente, pero que nos hacia ilusión la imitación.
Volviendo a los atroces miedos siempre se ha dicho que "la mejor defensa es un buen ataque" pero que yo, desde mi modesta opinión, pienso que la mejor defensa es evitar el ataque. Con mis mejores deseos, GUERRA A LA COVID Y ‘NO' A LA INVASIÓN DE UCRANIA.

Elige tu ciudad

Gente Digital en Facebook

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD