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Gente en León

con la venia señoría

La verdadera sabiduría reconoce la propia ignorancia (1)

Nuestro sentido común es la capacidad de acaparar una auténtica atención hacia la lógica conclusión que responsabiliza nuestra inquietud tan perseverante, debiera por sí sola, apelar por sobre todo acaparar la importancia de examinarse uno a sí mismo, también actuaría hacia los demás, quizá haya que sugerirse en tener una actitud crítica, sobre todo en nuestros actos, durante toda nuestra vida, es posible tomarlo como único fin, ya que trata de evolucionar en nuestro interior para intentar ser mejor persona de lo que ya podamos ser en realidad.

Archivado en: Manu Salamanca, la verdadera sabiduría reconoce la propia ignorancia,

Manu Salamanca
25/2/2022 - 01:10

Desarrollemos un argumento fácil de llevar, como el de intentar hacer siempre el bien, quizá a veces sea necesario una cierta ironía rica en la consecución de un dialogo abierto en toda su forma y su coloquial estructura. Preocuparse por las cosas que a la mayoría de las personas inquieta, no deja de formar parte de un convencimiento lógico y muy propio, como ejemplo de una clara supervisión de todo lo que alrededor encontramos como obstáculos, y que tenemos que solventar día a día con nuestra absorbente capacidad y donde pudieran encontrarse (nuestros problemas cotidianos de salud de algún allegado o familiar, como de los mismos negocios, en definitiva, de nuestras relaciones sociales y familiares).
Vivir alejado del silencio, llevando una vida tranquila, alienta con sobradas dotes de autosuficiencia la proclamación de una oportuna satisfacción que pudiera simplificar nuestra ya atareada existencia, por otra parte pienso que, existe la posibilidad de crecer y creer mucho más en nosotros mismos, cuando su biológica virtud así lo señala en su flamante conducta y verdadero significado que lo promueve, quizá como acierto a ese justo equilibrio que entre dos polos constituidos por el exceso y el defecto, se debieran reflejar en cada oportuna reflexión que acometemos, porque.."Una verdadera sabiduría radica en reconocer nuestra propia ignorancia".
Nuestra moderación siempre será entendida como un claro síntoma de valor añadido, emplea sus mecanismos de identificación personal, como una alternativa más a una sociedad que se vincula a una estimable sobriedad pero con la estabilidad de ciertas costumbres, son percepciones que conectan con la ética sobre los auténticos razonamientos morales y, que percibimos dentro de nuestro entorno y entre sus diferentes clases. La templanza como dominio de nuestra voluntad permite poner límites a nuestros deseos, sopesaríamos su tendencia natural hacia ciertos placeres que nuestros sentidos recogen de manera casi espiritual, no mucho menos mística y voluptuosa.

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