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Gente en León

Un amigo de León

Y llegó la guitarra eléctrica

Sería a principios de los años sesenta, cuando a falta de irrumpir en los hogares españoles la televisión, los concursos radiofónicos en directo se llevaban la palma en cuanto a la audiencia. Este, al que me quiero referir, tuvo lugar en el Salón de Actos de los Sindicatos Verticales, hoy UGT, lleno hasta la bandera, como se suele decir.

Archivado en: Maximino Cañón, guitarra eléctrica

Maximino Cañón
28/1/2022 - 02:20

Estos concursos además, de llevarse a cabo cara al público, eran retransmitidos por las diferentes emisoras leonesas consiguiendo grandes audiencias. El caso al que me voy a referir, era organizado por ‘La Voz de León' y lo presentaba el conocido locutor de entonces, Lino Prieto, luego un gran amigo y una de las mejores voces radiofónicas. En dicho concurso de variedades lo mismo se cantaba, se bailaba, se recitaba y se tocaba todo tipo de instrumentos, sobre todo la guitarra y la canción despuntando por aquellos años ‘Los Hermanos Quiñones' y que hoy, con la misma edad que yo tengo, continúan dando el do de pecho, lo mismo interpretan canciones de los sesenta que del rico folclore popular leonés con el conocido grupo ‘Los Mágicos' que con ‘Aldaba' manteniendo vivas aquellas inolvidables canciones. A lo que me quiero referir era que, para el día de la actuación, mi hermano Luis se puso enfermo y tuve que hacer frente yo solo a la interpretación con la armónica de un popurrí de Rock and Rol, tan de moda por entonces, con una gran tembladera de piernas. Hasta aquí todo normal. La alteración se produjo cuando apareció un joven militar de la escuela de especialistas de La Virgen del Camino con una guitarra eléctrica, casi desconocida por aquí, creando un ambiente de euforia entre la juventud presente, que llenaba el salón de actos, rendida a ante la interpretación de (creo recordar) ‘Adán y Eva', del conocido Paul Anka, con aquel sonido envolvente y poco conocido en directo, poniendo en pie a los asistentes mientras que, los demás actuantes, como si no existiéramos.
La cosa continuó hasta finalizar el programa cuando, a la salida del mismo, como si de un verdadero ídolo se tratara era vitoreado por las jóvenes asistentes. En definitiva aquel chico, por cierto madrileño, acaparó todo el protagonismo dejándonos a los demás como simples teloneros de la gala. No sabría decir si aquel chico tocaba bien o mal, ya que al escuchar por primera vez ese instrumento eléctrico no tenía elementos para calificar porque el sonido lo tapaba todo.
Para terminar: ánimo que ya queda menos para las autonómicas, con lo que nos jugamos en ellas.

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