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Gente en León

Un amigo de León

El Emperador del olvido

Tendría unos doce años, cuando era la primera vez que reunía la cantidad de cinco pesetas para conocer la Araña, o lámpara, del Emperador. Proyectaban 'Tres lanceros bengalíes', ambientada en la India en tiempos de la dominación colonial donde trabajaba uno de nuestros ídolos, Gary Cooper.

Archivado en: Maximino Cañón, Teatro El Emperador, Gary Cooper, 'Tres lanceros bengalíes' José Antonio Diez,

Maximino Cañón
17/12/2021 - 01:10

Después de sacar por la mañana la entrada, cual sería mi disgusto que al llegar a casa, noté que en ninguno de los bolsillos del pantalón y gabardina se encontraba. A continuación vino el lloro imparable hasta que mi prima Josefina (‘Moya'), que se encontraba en ese momento en casa dijo: A ver, déjame mirarte bien los bolsos y entonces, ¡Eureka!, en su registro notó como uno de los bolsillos de la gabardina tenía una ranura por donde se había colado la anhelada entrada. Cómo le agradecí a mi prima aquel rescate de la entrada porque cinco pesetas, de aquellos tiempos, eran muchaspesetas.
El Emperador era el referente de los estrenos con una capacidad que superaba las 1.200 localidades, agotadas todos los domingos de invierno. Todavía pude ver, por gentileza del empleado de la finca, no sin sentir la nostalgia de entonces, el descansillo y el inicio de aquellas escaleras de caracol, que subíamos a toda velocidad para acceder a las mejores localidades.
Lo último que recuerdo fue, cuando en compañía de Mila, primero novia y después inolvidable esposa y compañera, el coste de cada localidad de butaca (creo) era de 16 pesetas.
Me desahogo diciendo esto para recordar al Ministerio de Cultura que no mire para otro lado mientras la obsolescencia y el abandono se van apropiando de lo que fue, y debe seguir siendo, el orgullo de nuestra provincia, por donde pasaron los mejores espectáculos del momento.
Y, ahí, sin que nadie mueva ficha, está en el centro de León con unas rejas casi oxidadas protegiendo lo que, todavía, hay dentro, digo yo. Seguro que en las próximas elecciones ‘vuelta la burra al trigo', que prometer y no dar no descompone casa. Y luego cuestionan al alcalde, Jose Antonio Diez, porque reivindica, sin traicionar a nadie, cosas que en León nos hacen falta. Y parafraseando, y sin miedo a las medidas que contra él quieran tomar las cúpulas de su partido, al famoso militar francés Bertrand du Guesclin a quien se atribuye la famosa frase "Ni quito ni pongo Rey, pero ayudo a mi señor", (Enrique Trastámara) por haberle contratado sus servicios. A José Antonio no le contrataron, sino que le eligieron los leoneses, y a los del PP, Ciudadanos y UPL también, para que, entre todos, tengan una sola voz demandando lo que nos falta. La cosa esta calentándose, por lo que sé. ..

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