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con la venia señoría

Capitalismo, crisis, precariedad

La inestabilidad social tan abrumadora ya es una realidad más que palpable, se está extendiendo por todo nuestro territorio. El horizonte económico a corto y medio plazo hace presagiar su profundo abismo muy inevitable, pero un análisis de evolución constante durante las últimas décadas atiende a ese capitalismo invertido y que asociamos desventurado e ineficaz, ha dado lugar a una concentración de propiedad, de recurso, sobre todo y en mi opinión, del poder sobre la influencia de enriquecimiento progresivo de unos pocos, enquistada siempre por su letal magnificencia.

Archivado en: Manu Salamanca, capitalismo, crisis, precariedad

Manu Salamanca
24/9/2021 - 01:10

La gran crisis va tomando su dramática forma, tanto por su complejidad como por su carácter inédito. La historia de un capitalismo gripado y sin visos de superarse, un especial endeudamiento publico y privado casi insostenible y un cambio climático desbocado resume entre otras cuestiones principales una especial importancia en la trayectoria que define su catastrofista situación.
Todo ello pasa por el marco de un modelo de gobernanza tendente al autoritarismo más irracional e incongruente. Esta misma precariedad supone el mayor desastre que adquiere de esa forma una dimensión de grandes características, pero ante la necesidad de salvar vidas en plena pandemia representa en su conjunto, una opinión mayoritariamente consolidada por su más que enérgico dilema de protección social tan preocupante.
Por otra parte, se consolida una dinámica global de encarecimiento de materias primas y de alimentos, así como todo tipo de transporte de productos de primer orden. Asistiremos próximamente a una espiral inflacionista en los sectores mas vulnerables y que afectaría de muchas maneras a las necesidades básicas y dentro de un impacto sorprendente que, en términos de inestabilidad continuada, llegaría a ser excesiva en su pobreza energética tan dramática.
Su incidencia también será notable y muy relevante sobre unas pymes (pequeñas y medianas empresas) y con una gran mayoría de autónomos que siguen muy castigados e inmersos en su desorientada senda que sobre el trabajo, la productividad y su supuesta rentabilidad, esperan adecuar definitivamente como ondas de inversión una mejoría del empleo, tratando de generar más confianza y consumo. La pérdida de puestos de trabajo preocupa a sectores tan importantes como el del turismo y servicios. Por ejemplo, es preciso adoptar un enfoque centrado, sobre todo en el modelo económico y laboral, pero con la suficiente voluntad política, ya que un nuevo impacto destructivo pudiera ser devastador y, tras una crisis sanitaria como la que nos está golpeando, el desastre sería monumental.
No se vislumbra por ahora, la fórmula para generar actuaciones estables de compromiso, de ganancia, mucho menos de formación de capital ordenado, descubrimos como consecuencia inmediata esa grave crisis de valores, es un problemón crónico si no se actúa con cierta previsión y, visto lo visto, nadie se esáa ocupando de nada de esto, ya que no parece haber escapatoria para el principal reto que enfrenta a la sociedad. En todo caso este conjunto de dinámicas responden a diversas causas acopladas en diferentes escalas medianamente esperanzadoras.

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