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con la venia señoría

Síntoma y enfermedad

El futuro se puede entender como un destino, seguro que pudiera inscribirse en el ámbito del descubrimiento. En cambio una transformación política acontece un nuevo sistema de actuaciones como en todos sus principales componentes, ya que en todos ellos se podría establecer una comparación entre un estado precedente y otro sucesivo que afectaría sin duda a todo su organigrama principal de consenso y sobre todo de construcción social, quizá llegará con valerosa sensación de capitalismo adherido pero invertido, al igual que el deseo generalizado de ver satisfecha una profunda industrialización que no acaba de generarse en nuestro tiempo.

Archivado en: Manu Salamanca, síntoma y enfermedad

Manu Salamanca
10/9/2021 - 01:10

Una expresión de cambio durante el final del franquismo y la posterior transición política en nuestra sociedad fueron connotaciones de apoyo sobre todo a las transformaciones políticas y sociales dentro del más estricto sentido democrático, pero quizá también dentro de un asumible giro de izquierdas progresistas.
Lleva mucho tiempo constatándose de la necesidad de un cambio social que necesita una transformación al estado actual del sistema establecido, no se está conforme con el statu quo actual. Y es que todas las encuestas parecen coincidir con una profunda disconformidad. Nos encontramos en un callejón oscuro y sin atisbar una salida definitiva.
Hoy en día vivimos en un mundo en donde las exigencias sociales, políticas, y sobre todo económicas, son cada vez mas relevantes para la vida de nuestro país. En cambio, todo lo que converge a nuestras autoridades como responsabilidades vitales en uso tienen que cumplir la función de comportarse al mismo nivel de dichas exigencias, resolviendo inquietudes y reformando comportamientos, evitaríamos malas iniciativas que causan conflictos populares.
Las reivindicaciones son muy diversas, pero sin tratar de caer en una simplista determinación todos distinguimos entre "regeneración, reforma y ruptura".
Es un claro "síntoma" que agrava con sus escasos recursos la verdadera "enfermedad" y que afecta a nuestra democracia representativa, ya que radica en la crisis de todos los partidos políticos, afectando a la conservación de sus legados estatutarios e ideológicos, como por otra parte inevitable es también, el surgimiento de populismos callejeros separatistas de tres al cuarto que la amparan, y que planean desafiantes sobre nuestras cabezas. Se ha incrementado el voto a partidos reconvertidos y desde que en 2008 estallase muy agresiva la crisis económica, no es una cuestión menor, tiene implicaciones relevantes de cara a múltiples soluciones.
La reforma política y económica profundizaría en detallar con solvencia en su verdadera justicia social, pero el problema no es tanto de personas como de programas que propugnarían cambiar las reglas de juego a partir de una nueva Constitución y que debiera ser redactada en calidad de un proceso participativo y común, reformaríamos sobre todo los malos hábitos y demasiados vicios adquiridos.

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