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con la venia señoría

Hermosas palabras como bellas melodías

Pronunciarme en tan sólo una palabra es como tocar un pistón de cualquier instrumento de viento. Por otra parte, cuantas más pronuncie, más notas musicales saldrán de mi curiosa imaginación. Mi conciencia permite idealizar sobre mí mismo y sobre el entorno que me rodea en relación con todos mis semejantes. Tener como premio un vocabulario ocurrente siempre será sorprendente, nos concede expresarnos con bastante mejor celeridad y exactitud.

Archivado en: Manu Salamanca, hermosas palabras como bellas melodías

Manu Salamanca
16/7/2021 - 03:30

Las ideas básicas que sustentan nuestra personalidad son reglas que exteriorizamos en la similitud de posibles "acordes musicales" pero con el único razonamiento que un pensamiento libre ocasione con nítida precisión, no menos complejidad. No siempre las palabras acuden a solventar los problemas de estados de ánimo no deseados. Quizá la incertidumbre y la ansiedad que brota sobre todo en el aislamiento de una incongruente desidia, supone una posible forma de replantear una situación a una diferente emoción y encauzada siempre con buena actitud (como tomarse lo que venga con sentido del humor, o como hacer frente al caos, poniendo cierto orden) potenciar nuestra manera de pensar utilizando para ello nuestro sentido más viable y común, es más que aconsejable, es como si cada "hermosa palabra" estuviera acompañada de una "bella melodía" ellas van emparejadas de curiosas formas de interpretación y ocurrencia. Al igual sucede con la música, que introduce cualidades de intensidad, de tonos, timbre y duración entre otras, es la mejor manera artística de impregnarse de su mejor y enorme sensibilidad con sumo detalle. El tiempo que vivimos se vuelve trágicamente espeso y controvertido, se encuentra repleto de perplejidades e indecisiones, tenemos que aprender a salvar obstáculos como cuando saltábamos el potro del colegio. Nuestras herramientas para combatir los conceptos de palabras y sensaciones negativas se basan principalmente en la facultad de sobreponerse a la adversidad del mejor modo posible, característica que se halla dentro de esas situaciones y, en donde las innumerables emociones que experimentamos se agolpan en nuestra cabeza desafiándonos. Hundidos por los sentimientos del miedo generamos sin duda respuestas huidizas, de parálisis, quizá de defensa agresiva. Reconvertimos nuestra capacidad de reacción en lugar de encauzarnos a soluciones alternativas que nos ayuden a estar mejor. Nunca es fácil explicar cómo nos sentimos, un simple juego de frases echas, también funcionan como un buen acompañamiento, quizá como una invitación a la alternativa de transitar estos tiempos difíciles de forma consciente y como una manera de arrojar luz sobre las sombras, de poner nombre a los fantasmas, haciendo que su poder de influencia se atemorice evaporizándose definitivamente. Nuestra definitiva comprensión nos ayuda a encontrar todo aquello que supone adquirir perspectivas nuevas en los diferentes avistamientos que puedan ir surgiendo, nos aportaría más seguridad y un grado de cultura excepcional que someteríamos con formalizado buen criterio.

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