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Gente en León

con la venia señoría

Consciente, empático, asertivo

Todos somos emocionalmente opuestos y con muy diferentes sensibilidades, pero al igual que percibimos esos rasgos tan comunes y diversos, que en definitiva son la clave por la que nos mostramos con cierta proximidad, sobre todo cuando queremos resolver esa inflexión; condescendemos en favor del bienestar de los demás.

Archivado en: Manu Salamanca, consciente, empático, asertivo

Manu Salamanca
30/4/2021 - 04:40

Está claro que creamos por ello en un impacto firme y hasta ciertamente duradero que a veces es tan representativo y que nos eleva en prodigioso y admirable portento, y ya dentro de un porcentaje muy alto de acomodo entre un mayoritario grupo de personas que ganan en calidad de vida, sumando un gran éxito social en su atrayente acogida. No definimos en qué medida pudiera consistir esta nueva dimensión que tan magníficas impresiones deja, puede que desde un razonamiento eufórico, hasta una maravillosa concienciación que se regodee de experiencias creativas, y que advierta de la facultad que caracteriza una proactiva manera de ser y como no, de sentir también. "La consciencia" de esas emociones que en los diferentes estados de ánimo confluyen en nosotros y con pleno uso de facultades mentales convergen en otro tipo de personas, nos preparamos dentro de una etapa que dulcifica en gran parte esa comprensión social, como en la misma consecución de avances que en cualquier tipo de relación aseguramos con vehemente singularidad dentro de su sentido de responsabilidad que actúa con sus inmediatas consecuencias. Eso sí; nunca actuará con diligencia y tratará de minimizar los efectos negativos de sus acalorados actos. "La empatía" de igual modo goza de nuestros genes que definen su propia regulación actuando sobre nuestros sentimientos y emociones, como de todos los propósitos que valoraran su impresionable evolución. Siempre que nos motivamos por lograr metas significamos comportamientos, magnificamos por tanto su excelencia en múltiples actos de la vida, generamos felicidad pero como puede generarse el amor con su espléndida reciprocidad. Nuestro propio sistema inmune emocional (si somos más fuertes, seremos más independientes) nos mantendría en otro tipo de situación más saludable. El compromiso de ese gesto protagonista es más humano (es ése del que tanto hace falta ahora) converge sintonizándose. Con "asertividad" y esa clásica expresión de autoestima que confecciona un estilo comunicativo que nos preserva, nos cuida y respeta pero con la habilidad de expresar nuestros deseos de forma amable, abierta y educada (respetando los pensamientos y creencias de los demás) nos hace interpretar con satisfacción la defensa de nuestros propios intereses, logrando por ello decir todo lo que queramos contar y sin atentar contra nadie. Renovamos con garantías la estimación que invertimos en esfuerzos equilibrados, como para todo aquello que impulsamos con buen criterio en todos y en cada uno de sus preceptivos recursos. Sus beneficios son enormes, nos libera del estrés, concretando acuerdos plenos de autoconfianza avanzaremos mejor en todo lo que nos propongamos. Mucha precaución.

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