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con la venia señoría

Dolor por la pérdida de un ser querido

Como alteración propia en la escala musical, "el sostenido" dentro de "la armadura" clave que evoluciona en todas las notas que se encuentren en la misma línea o espacio del configurado pentagrama, se establecen como norma dentro de las mismas y entre otras graves o agudas, éste es un efecto que propiamente se prolonga en su orientación y hasta el final de la pieza que interpretemos.

Archivado en: Manu Salamanca, dolor por la pérdida de un ser querido

Manu Salamanca
19/3/2021 - 01:10

Establezco una similitud adecuada al dolor que suscita tan terrible pena que se siente por la irreparable pérdida de alguien muy querido y cercano a nosotros. Nuestro "pentagrama" orientativo se basa fundamentalmente, en la nota que exteriorizamos sobre todo, cuando nuestro más sentido pésame se tiene que trasmitir entre condolencia y ese apoyo incondicional, nuestra existencia es sin duda alguna, nuestra ‘armadura musical'. Nosotros nos manifestamos de igual modo y dentro de su inquebrantable fundamento como base en el amparo y la protección que en la propia defensa su consuelo alberga. Al igual que esa ‘nota musical aguda y sostenida' seguimos muy atentos en su desarrollo e interpretación. Lo que amenaza a la vida siempre es horroroso y para aquellas personas que en su última despedida, un tanto tímida, fue sellada con un lánguido suspiro que hermético se cierra junto con un incontrolable lamento y gemido en el cofre de desafortunados deseos con potente clamor. Las despedidas forman parte de ese instrumento que, en este caso, hace que algo muy grande se nos rompa por dentro, al igual que nuestro marchito corazón. Y es que tan solo a partir de entonces es cuando esa estructura interna no vuelve a reconstruirse llegando a atormentarnos muy en serio. Seguro que después de... ya nada vuelve a ser lo mismo. "Como es en todo aquello deseado y querido, en todo lo emblemático y hermoso, como en todo lo tolerante y permitido". Son acontecimientos complejos. Ahora bien; tiene su principal proceso de despedida y de aceptación sobre la muerte. Por ello debemos incorporarlo con más delicadeza, brindando un cambio silencioso más reparable. Son fracturas que se producen en nuestras ilusiones, en nuestras esperanzas, en nuestros sentimientos y emociones. Ya nada vuelve a ser igual.Es algo que nos hace sentir cierto nostálgico pesar y claro abatimiento. Son procesos que nos hacen aferrarnos a los imposibles, nos perturban y transforman. Desde luego no hay nada permanente en nuestras relaciones con el mundo, mucho menos con los demás, entonces.. ¿Por qué nos hace sentir y saborear lo amargo de su momento? ¿Para ofrecernos tal vez, la posibilidad de deleitarnos con el buen sabor de su supuesta libertad emocional? Sólo existe en nuestra controvertidísima y no menos especial singularidad. Cuando esta emoción se acaba en la vida permanecemos en ella mucho más allá del tiempo necesario y es que tan solo conseguimos perder la alegría y el sentido del resto. Son momentos vividos que se clausuran, no debemos ni podemos vivir el presente añorando el pasado; lo que sucedió, ya ocurrió; toca soltarlo. Es la dura ley de esta vida. Mucha precaución.

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